Acoso en línea a periodistas: 25 recomendaciones de RSF

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En un nuevo informe de Reporteros sin Fronteras (RSF) titulado “Acoso en línea a periodistas: Cuando los trolls arremeten contra la prensa“, su red mundial de corresponsales en 12 oficinas ayudó a arrojar luz sobre el último peligro para los periodistas: amenazas e insultos en redes sociales que están diseñadas para intimidarlos y silenciarlos. RSF ha presentado las siguientes 25 recomendaciones para gobiernos, organizaciones internacionales, plataformas en línea, compañías de medios y anunciantes, para responder a estas virulentas campañas en línea.

 

A los gobiernos:

1. Refuercen el marco legal para que restrinja el acoso en línea a periodistas.

Que la legislación se aplique estrictamente. Las autoridades deben investigar de forma sistemática los casos de acoso en línea, perseguir y condenar a los responsables; el Estado debe proporcionar al poder judicial y a la policía los recursos humanos y económicos que requieran para ello.

2. Responsabilicen más a las plataformas web por los contenidos que se comparten en ellas.

Lo que no les otorga el derecho de controlar los contenidos ni de censurarlos. Las obligaciones que se impongan a las plataformas deben ser proporcionales al impacto de su actividad en la calidad del debate público. Los Estados también deben imponer más obligaciones a las plataformas en lo relativo a la transparencia de los algoritmos de curación de contenidos (recomendación), y vigilar que su política de moderación respete los principios de la libertad de expresión y de información.

3. Creen mecanismos de alerta y de intervención rápida para atender los casos de acoso.

Asegúrense de que exista una buena articulación de los servicios judiciales.

4. Garanticen que las normas creadas para luchar contra los discursos de odio se apliquen de manera equilibrada y con discernimiento.

Para que no se registren restricciones abusivas a la libertad de expresión y de información en línea. Los Estados deben establecer procedimientos que impidan que estas normas se desvíen de su objetivo original y evitar que con los mecanismos de denuncia se pueda censurar o reprimir a los periodistas.

5. Instauren dispositivos de resarcimiento de daños y perjuicios para las víctimas de ciberacoso.

Deberán incluir indemnización financiera, ayuda médica y psicológica y reubicación.

6. Se prohíba emplear este tipo de agentes para intentar influir en la opinión pública o para agredir a personas en línea.

En otras palabras, que no se permita usar trolls para manipular a los usuarios de Internet ni para acosar a los periodistas.

Marco internacional

7. Soliciten a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se cree el puesto de Representante Especial del Secretario General de la ONU para la seguridad de periodistas.

Un mecanismo que permitiría vigilar que los Estados cumplan con sus obligaciones.

8. A los Estados de Europa, que firmen y ratifiquen el Protocolo Adicional al Convenio sobre la Ciberdelincuencia del Consejo de Europa.

A los Estados miembros de la Unión Africana, que ratifiquen el Convenio sobre Ciberseguridad y Protección de Datos Personales. A los Estados miembros de otras organizaciones regionales –como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que elaboren convenios similares. Desarrollen investigaciones internacionales y multidisciplinarias sobre las técnicas de censura en línea –que cambian de forma constante–, su modus operandi, las respuestas ante el ciberacoso en general, y el que padecen los periodistas en particular.

9. Desarrollen investigaciones internacionales y multidisciplinarias sobre las técnicas de censura en línea –que cambian de forma constante–, su modus operandi, las respuestas ante el ciberacoso en general, y el que padecen los periodistas en particular.

Educación

10. Refuercen la educación en el área digital, para sensibilizar a los usuarios de Internet sobre el impacto del acoso en línea y las sanciones penales impuestas por esta práctica.

11. Vigilen que las políticas públicas relativas a la violencia en línea tomen en cuenta la dimensión de género – El ciberacoso como forma de agresión sexista, pues en el caso de los periodistas, la mayoría de las víctimas son mujeres.

A las organizaciones internacionales:

12. Continúen defendiendo y promoviendo ante los Estados el principio: “los derechos fundamentales de las personas también deben protegerse en Internet, en particular el de la libertad de expresión”.

13. Colaboren en la investigación de los mecanismos de acoso en línea, participando en el financiamiento de la investigación y haciendo recomendaciones a los Estados para luchar contra el ciberacoso.

14. Vigilen que los mecanismos internacionales y regionales de protección de los derechos humanos incluyan la cuestión del acoso en línea en los registros de agresiones a periodistas.

A las plataformas:

15. Sean transparentes en lo que concierne a las reglas de moderación de contenidos en línea: que mejoren la difusión y la transparencia de sus acciones de lucha contra el acoso en línea; que creen mecanismos que permitan señalar los discursos de odio.

16. Vigilen que estas reglas no se desvíen de su objetivo original por personas que buscan hacer callar a los periodistas: cuando un usuario señale que un contenido es ilícito, se debe hacer una evaluación precisa. Las plataformas deben saber discernir cuándo en realidad se trata de un contenido ilícito y cuándo el señalamiento es abusivo y se realiza sólo para que un contenido no se conozca (porque va contra los intereses de ciertas personas).

17. Faciliten que los usuarios señalen los actos de ciberviolencia a través de la creación de un sistema de alerta de urgencia, en particular para apoyar a los periodistas que sufran amenazas y ataques en línea.

18. Colaboren activamente con las autoridades judiciales en las investigaciones sobre ciberviolencia contra los periodistas (por ejemplo, señalando a los autores de violencia en línea).

19. Luchar contra las campañas de acoso en línea orquestadas por las fábricas de troles o realizadas con bots.

20. Desarrollen campañas de comunicación y sensibilización sobre el tema de la violencia en línea que enfrentan los periodistas, sobre todo las mujeres.

A los medios de comunicación:

21. Asuman la amenaza de ciberacoso y la prevengan. Los medios de comunicación deben capacitar, tanto a los periodistas como al resto de sus empleados, para que enfrenten este tipo de amenazas, y crear dispositivos de urgencia internos (hotline ciberacoso) para garantizar que los periodistas víctimas de acoso cuenten con apoyo y protección.

22. Incentiven la creación de redes de intercambio que promuevan buenas prácticas en Internet – con un enfoque holístico, que involucren a directores editoriales, community managers, responsables de la seguridad digital, abogados, periodistas– de manera interna, así como con otras redacciones, otros sectores y países.

23. Aborden el tema del acoso en línea que sufren los periodistas: que realicen más reportajes e investigaciones que informen y sensibilicen a la población en general, al gremio periodístico y a las autoridades, sobre este desafío que aún no se conoce bien.

A los anunciantes:

24. No difundan su publicidad en sitios web que contribuyan a la difusión de discursos de odio o que no luchen lo suficiente contra la ciberviolencia.

25. Desarrollen códigos de ética y buenas prácticas en lo que respecta a la publicidad en línea –en colaboración con la sociedad civil– para que ésta no ayude a financiar el acoso en línea.

Este extracto fue tomado del informe de Reporteros Sin Fronteras,“Acoso en línea a periodistas: cuando los trolls arremeten contra la prensa”, y publicado con autorización.


RSF es una organización independiente con sede en París que cuenta con un estatus consultivo ante la Organización de las Naciones Unidas, la Unesco, el Consejo de Europa y la Organización Internacional de la Francofonía (OIF). Fundada por cuatro periodistas al sur de Francia en 1985, RSF es hoy una de las organizaciones líderes en el mundo en la defensa y promoción de la libertad de prensa. 

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