Nota de edición: GIJN está compilando una guía para periodistas que investigan el crimen organizado. Tiene 10 capítulos y está escrita por destacados periodistas del mundo que cubren este tema. Ya hemos publicado capítulos sobre finanzas criminales, realizado por Paul Radu, del Organized Crime and Corruption Project (OCCRP), y sobre tráfico humano, escrito por la ganadora del premio Pulitzer Martha Mendoza. Hay muchos capítulos más en camino y el manual completo se lanzará durante la Conferencia Global de Periodismo de Investigación, el próximo 1 a 5 de noviembre.
Lo que llamamos estados mafiosos son los países que en esencia operan como un cartel criminal y administran los asuntos estatales como el crimen organizado lo haría con sus negocios. Para explorar este tema, le pedimos al director ejecutivo de GIJN, David E. Kaplan, que entrevistara al reportero y editor Drew Sullivan, cofundador con Paul Radu de OCCRP. Kaplan ha escrito durante más de 30 años sobre crimen y corrupción, y publicó tres libros sobre crimen internacional, entre ellos “Yakuza”, que se considera como el trabajo definitivo sobre la mafia japonesa. Sullivan es editor de OCCRP y bajo su liderazgo se ha hecho un trabajo pionero de exponer el crimen organizado alrededor del mundo. Desde el lanzamiento de OCCRP en 2005, sus historias han contribuido a más de 100 renuncias y despidos, cientos de arrestos e imputaciones, y que se impongan más de 7.300 millones de dólares en multas e incautaciones de dinero.
La entrevista con Sullivan fue larga, pues ambos periodistas tenían mucho que decir sobre el tema. Haznos saber qué opinas en la sección de comentarios.
David Kaplan: Cada año OCCRP nombra a una “Persona del Año“, que reconoce a quienes utilizan el crimen organizado y la corrupción como estilo de gobierno. Los países gobernados por los ganadores suman casi 10% de la humanidad. Y solo han seleccionado a pocos gobiernos, hay muchos otros que nombrar. ¿Qué tan extendida se halla esta forma de gobierno? Hay 195 países en el mundo, ¿cuántos de ellos podemos describir como estados mafiosos?
Drew Sullivan: Los estados mafiosos son escasos. Si te refieres a las cleptocracias, estas son más comunes.
DK: Cleptocracia – en otras palabras, un gobierno basado en el robo.
DS: Sí, es bastante común. Hay muchas cleptocracias. Desafortunadamente, la mayoría está en el mundo en vías de desarrollo. Los estados mafiosos son menos comunes. Hay en promedio seis o siete de esos, en el sentido que su misión es ser una organización de tipo mafioso. Su propósito es operar el estado como una empresa criminal para promover sus intereses criminales.
Algunos estados mafiosos podrían ser Kosovo, Montenegro… quizás Malta. Podrías argumentar que Rusia es un estado mafioso, aunque Rusia sea su propia categoría. También Guinea Ecuatorial y, tal vez, México.
DK: ¿Y qué sucede con Afganistán? Es un país controlado por un grupo que ha sido catalogado como terrorista, y que es probable que se convierta en un gran traficante de armas, proveedor de heroína y un estado delincuente, en general.
DS: No lo llamaría estado mafioso porque los grupos dominantes son los talibanes, una suerte de coalición de intereses teocráticos; el Estado Islámico; y algunos señores de la guerra. Los talibanes han sido abiertos con respecto al uso del opio como una fuente de ingresos, pero es más una decisión pragmática. Las rutas para su comercio ya están allí y no hay muchos otros productos que le interesen al mercado mundial, así que se venderá. Su motivación no es convertirse en narcotraficantes, pero estas ganancias siempre serán problemáticas para el imperio de la ley.
DK: ¿Y Venezuela?
DS: Venezuela es un estado mafioso, porque los líderes no están interesados ya en gobernar. La élite política y militar invierte su energía en sacar el dinero a paraísos fiscales y hacer narcotráfico, en lugar de mejorar la seguridad y la educación de su país.
Azerbaiyán es una cleptocracia. Es un gobierno autocrático, terrible. Reprimen a la gente. La mayoría del dinero que se roban es para controlar a otras personas, y que no sean un riesgo para la familia gobernante. Roban todo, no porque necesiten más dinero, sino para impedir que alguien tenga dinero suficiente para enfrentarlos.
DK: Esa es una distinción muy importante… cuando la policía de los Estados Unidos persigue al crimen organizado, construyen un caso bajo una ley anti-estafa, que imputan al grupo como una “empresa criminal continua”. Si aplicamos esta definición, podríamos imputar a buena parte del mundo.
DS: Sí, absolutamente.
DK: Entonces, ese es un parámetro posible, ¿cierto? Vivimos en un mundo corrupto en el que billones de dólares al año cambian de manos de forma ilegal.
DS: Exacto. Y hay una tendencia importante que comenzarás a ver: las personas están legalizando la corrupción. Por eso en OCCRP votamos por el parlamento de Rumania como “Persona del Año”. En esencia, dijo que está bien ser un criminal. Siempre y cuando seas parlamentario, no te pueden imputar ningún delito. Esto también sucede en lugares como Rusia, donde no se le pueden imputar delitos a los miembros de la Duma. Es una muy mala señal.
DK: Así que estamos hablando de un puñado de países que son estados mafiosos: son matones, son empresas criminales y se apoyan en la estafa. Tienen sus manos en todo, impulsados por violencia. Estos son los atributos que identificamos con la mafia. Bien, por un lado, tenemos eso. Por el otro, tenemos cleptocracias, donde el gobierno está basado en el robo. ¿Aquí podemos incluir a casi todos los países salvo los escandinavos y Singapur?
DS: Es casi cualquier país que no tenga una democracia fuerte. Por ejemplo, en Indonesia los militares controlan la mayoría de la industria, cambian las leyes y evaden la justicia. ¿Es una cleptocracia? Sí, en parte, pero también es en parte una democracia. Así que hay estos países que son puntos medios. Sin embargo, otros son puras cleptocracias. La mayoría de los países africanos, por ejemplo, son cleptocracias. Los votos se manipulan, hay sobornos. Es un sistema de clientelismo.
DK: Queremos dar a los periodistas un marco analítico para que interpreten a su propio país. ¿Viven bajo una empresa criminal continua, o es esto una exageración, y es solo útil para una veintena de países?
DS: No, no es una exageración. Hay una línea entre una democracia transparente y un estado mafioso. Los estados se mueven todo el tiempo a lo largo de esta línea. Es cierto que la mayoría de los gobiernos no son democráticos y que hay mucha corrupción. El problema de fondo surge cuando acontece la captura del Estado. La pregunta es, ¿tienes el poder para deshacerte de los vagos? Si no, hay una captura del Estado, y probablemente estás cerca de ser una autocracia y cleptocracia. Incluso en países democráticos, como Polonia y República Checa, hay un serio detrimento de la democracia.
DK: Pero eso es un tema más político que criminal.
DS: Cierto, pero a veces las personas actúan de forma política cuando no lo son. Creemos que los políticos tienen la motivación de ser grandes líderes, pero, ¿qué sucede si su objetivo real es capturar el Estado o ejercer la criminalidad? ¿Qué pasa si su objetivo es usar la democracia para capturar el Estado? Ese es el objetivo de muchos políticos, incluyendo el Partido Republicano de los Estados Unidos y, no obstante, permitimos que se mantenga la ilusión y los tratamos con respeto. Yo no enviaría al Departamento de Estado a negociar con Putin, sino al FBI.
DK: Pienso que este análisis de usar las leyes anti-estafa para analizar la gobernanza también aplica para las grandes corporaciones. Hay grandes compañías que también se ajustan a esta definición de una empresa criminal continua. Pienso en ciertas compañías de tabaco y algunas firmas de la industria farmacéutica. ¿Cómo aplicaría esto para las grandes multinacionales?
DS: Esto sucede sobre todo con algunas compañías que operan en países autocráticos. Por ejemplo, muchas empresas turcas de construcción, o compañías de explotación de recursos naturales. Van a un país, sobornan y manipulan para lograr sus objetivos. No puedes ir a Guinea Ecuatorial y lidiar con la familia gobernante sin pagar sobornos. A medida que tienes más y más gobiernos cleptocráticos, las personas que más éxito tienen son los empresarios más corruptos.
DK: Es una buena descripción de lo que está sucediendo con las compañías que participan de pagos para acaparar porciones del mercado y recursos. Sin embargo, creo que hay otra categoría para, digamos, la industria farmacéutica, que fomentó la epidemia de opiáceos en los Estados Unidos. En esencia estaban presionando para que los médicos distribuyeran narcóticos.
DS: Sí, eran narcotraficantes legales.
DK: La industria del tabaco ha apoyado a traficantes, de nuevo, para crear una porción de mercado. Están fomentando mercados negros multimillonarios, con las prácticas corruptas que los acompañan.
DS: Sí, la industria del tabaco hace cualquier cantidad de cosas. La industria es una fuente lucrativa de financiación, sea de un gobierno corrupto o una pandilla criminal organizada. Cuesta entre 20 y 50 centavos de dólar hacer un paquete de cigarrillos, y toda la diferencia entre eso y el precio de venta son impuestos, en el caso de cigarrillos legales, o ganancias de los criminales en el caso de cigarrillos de contrabando. Así que son, en efecto, empresas criminales.
Puedes tener conspiraciones criminales continuas por parte de muchos tipos de empresas, porque una vez que entras al mercado mundial, no hay legislación global. Solo hay acuerdos débiles, protocolos y tratados entre países. Las instituciones que hacen cumplir la ley son entidades restringidas por las fronteras nacionales. Aplican las leyes individuales de países individuales, pero siempre puedes mover cosas entre las fronteras y quedar fuera del alcance de la ley, que es lo que la industria de banca offshore ha hecho durante años. Los servicios criminales, organizados por la industria offshore, han hecho que sea muy lucrativo. Puedes presionar a las Islas Vírgenes Británicas para que revelen quién está tras algo, pero no puedes presionar a Rusia, China o Turquía. En consecuencia, es fácil evitar el cumplimiento de la ley.
DK: ¿Hay industrias más vulnerables a funcionar como empresas criminales? Por ejemplo, no pensaría en la industria de la salud o la educación, pero sí en recursos naturales, banca y transporte.
DS: Tiende a ser en torno a los activos, porque muchos de estos países no tienen economías funcionales, sino solo recursos naturales. [El senador de Estados Unidos] John McCain dijo que Rusia es una gran estación de gasolina que se hace pasar por un país, y eso tiene mucho de cierto. Así que las industrias más vulnerables están relacionadas con la explotación de recursos naturales: madera, petróleo y gas, minerales. En segundo lugar, tienes los vehículos para mover estos recursos, como el transporte, porque deben ocultarlos.
DK: Desde la perspectiva de un periodista de investigación en busca de historias, si estás mirando ese punto en el que se une la corrupción a gran escala y la estafa, ¿dónde se juntan estas industrias con el estado-nación, en la etapa de los recursos o el transporte?
DS: Sigue el dinero. Básicamente, son aquellas cosas que resultan valiosas por sí mismas: que cuando las sacas de la tierra, o cuando cortas el árbol, tienen valor. Cualquier recurso natural es una industria que quieres observar, porque es la única con la que estos autócratas, o estados mafiosos, pueden obtener dinero.
DK: ¿Más en bienes que en servicios?
DS: Sí, porque la única área de servicios rentable es el lavado de dinero.
DK: ¿Pero eso es un servicio ligado a los bienes, cierto?
DS: Cierto, pero se vuelve una industria en sí misma, de manera que lugares como Dubái se han convertido en centros de lavado de dinero y deben lidiar con cosas como el oro y los diamantes, y lavarlos para ocultar los activos. Ahora en Azerbaiyán, la Ciudad Blanca la diseñaron para ser otra Dubái. Todos quieren crear su propia Dubái: el tipo de lugar de donde las organizaciones internacionales que hacen cumplir la ley no pueden obtener información. Ese sector se ha convertido en una empresa criminal en sí misma.
DK: ¿La industria financiera de Londres es una empresa criminal?
DS: Parte de ella lo es. La mayoría de lo que engrasa el sistema financiero de la ciudad puede ser el dinero offshore y mucho de eso viene de actividades criminales. Por eso, tantos oligarcas rusos se alegraron con el Brexit.
DK: ¿Y qué hay de los lugares donde tradicionalmente se lava el dinero, como Panamá o las Islas Vírgenes Británicas?
DS: La mayoría de estos lugares offshore no son empresas criminales. Solo se lucran del comercio criminal.
DK: ¿Y qué hay de los Estados Unidos? Los Estados Unidos no persiguen el lavado de dinero de manera agresiva.
DS: Correcto. Es la legalización de la corrupción. Han legalizado aspectos de la corrupción, porque hay personas que se lucran de ella. Los fondos de apalancamiento pueden ser el vehículo más grande del mundo para invertir ganancias criminales.
DK: ¿Puedes darme algunos ejemplos de los países que llamarías estados mafiosos?
DS: Montenegro es un buen ejemplo. Es un país pequeño, con solo 600.000 habitantes, gobernado por alguien cuyo primer trabajo en la vida fue ser primer ministro. Tenía lazos cercanos con el crimen organizado a través de su hermano, así que iniciaron con el tráfico ilegal de tabaco, y el estado de hecho participaba del negocio. Descubrimos con el tiempo los mecanismos que había creado para ello. El primer ministro privatizó un banco para su familia y le transfirió enormes cantidades de dinero público. Creó reglas para que, si otras personas querían hacer un negocio, debieran trabajar con este banco. Luego comenzó a prestar el dinero del banco a sí mismo, a sus amigos y al crimen organizado. Cuando el banco fracasó, lo rescató con dinero público.
DK: ¿Qué otro caso de estudio de estado mafioso hay?
DS: Kosovo es un ejemplo claro. El liderazgo de hecho es la vieja mafia de Pec. Serbia trabaja con pandillas criminales que financian el partido de gobierno. Malta parece que trabaja para grupos criminales, y Guinea Ecuatorial ha sido un importante punto de trasbordo de drogas, a través de Teodoro y su grupo, los Obiangs.
DK: ¿Qué sucede en las Filipinas de Duterte, donde el estado ha utilizado ejecuciones extrajudiciales de forma sistemática?
DS: Es corrupción y es una violación a los derechos humanos, pero Duterte tiene pocas conexiones con la actividad criminal. Se ha estado enriqueciendo, así como las personas a su alrededor, pero es más un tema político que criminal, hasta donde sabemos.
DK: El ejemplo más obvio que conozco es Corea del Norte, del que escribí hace 20 años. Recuerdo que cuando hacía reportajes sobre el tema, alguien explicó que, cuando la mafia se apodera de un gobierno, lo hace de abajo para arriba. Esto fue de arriba para abajo.
DS: Exacto, pero hay un motivo para ello: su acceso a las monedas internacionales. Su mayor problema es que necesitan moneda extranjera, pero no venden nada y son parias internacionales, así que falsifican dólares estadounidenses y venden drogas.
DK: Sus oficinas diplomáticas no tenían suficiente dinero. Vendían CDs pirata y traficaban cigarrillos para cubrir su presupuesto.
DS: Eso sucedía en Europa oriental. Durante la Guerra Fría, la mayoría de estos países exportaba a los líderes del crimen organizado. Por eso estaban en Suecia y otros países: para ganar dinero. El estado de Rumania traficaba drogas para recibir monedas extranjeras. Esta fue una estrategia popular y fue el ambiente en el que creció Putin, cuando estaba en el FSB. Pensaron: “bueno, debemos hacerlo por el bien del estado”. Pero esto creó una actitud de que los estados pueden coexistir con las empresas criminales, porque hace parte de sus intereses, y esto se ha propagado.
DK: Bueno, hasta cierto punto, si estás en el mundo de la inteligencia, debes hacer las cosas, y estar al tanto de los mercados ilegales. La CIA usó conexiones en la Triada, cuando ayudó a escapar a personas de China, tras la masacre en la Plaza Tiananmen.
DS: Putin también las usa. Arrestó a muchas de las grandes figuras del crimen organizado en Rusia y luego las dejó libres. Sospechamos que el acuerdo fue, “tú trabajas para mí”. Los grupos de asesinos a menudo son personas del crimen organizado, que actúan en lugar de Rusia.
DK: Hablemos de consejos y herramientas. ¿Investigar un estado mafioso es cualitativamente distinto que investigar, digamos, un cartel criminal?
DS: De muchas formas es más fácil, porque tienes registros estatales, documentos, contrataciones, compañías, tienes información.
DK: Tienes que administrar un estado, y hay parte de eso que será público.
DS: Exacto. Un estado es una entidad más transparente que una pandilla del crimen organizado. A menudo hay redes informales dentro del gobierno que son más importantes que las redes formales. Así que tú averiguas cuáles personas son más relevantes. Miras quiénes se están haciendo ricos, quiénes tienen las mejores casas, y quiénes viven cerca del presidente en el vistoso nuevo suburbio que crearon.
DK: ¿Cómo haces esto? ¿Usas software de análisis de redes? ¿Lo anotas en un tablero? ¿Tienes un tablero con la foto de cada persona, como en las viejas series policíacas de televisión?
DS: Todas las anteriores. Esto es un campo de trabajo, y hay que absorber con paciencia la información que puedas encontrar. Usamos un sistema de administración de conocimiento para conectar los datos y se relaciona con otro software. Luego sigues el dinero.
El dinero en una pandilla criminal organizada vendrá de un comercio ilegal como las drogas. En un gobierno, serían los contratos estatales. ¿Quién tiene el derecho de perforar petróleo? ¿Quién es dueño de la compañía de teléfonos? Esto te dice quiénes son las personas favoritas en un estado mafioso. Y la clave es el siguiente paso: determinar los activos.
DK: Cierto. Los activos juegan un papel importante.
DS: Exacto, porque no puedes siempre saber qué sucede en esos movimientos de dinero, pero sí puedes averiguar dónde termina el dinero. A veces puedes saber si compró un activo, dónde se compró, cómo se compró, y entonces podrías conectarlo a dónde, en el proceso de contratos gubernamentales, consiguieron el dinero.
Cada individuo va a tener un pequeño grupo alrededor cuyos integrantes podrían ser testaferros de los activos. Tienes que averiguar quiénes son las personas de paja, quiénes son sus abogados, quiénes sus familiares, y después buscar activos bajo esos nombres. Será alguien en quien confíen.
DK: ¿Qué tipo de registros estás usando? ¿Registros corporativos?
DS: Registros corporativos, registros de tierras, registros de propiedad. Francia acaba de hacer accesibles en línea sus registros de propiedad, y estamos encontrando todo tipo de nombres interesantes. Hay muchos datos bancarios filtrados, que indican quién tiene el dinero y dónde está. Debes conectarte a ICIJ, a OCCRP, y a otras organizaciones que tienen bases de datos filtrados. Incluso si son de hace 10 o 15 años, son valiosos. Un nuevo testaferro podría aparecer en las bases de datos viejas.
DK: Uno de los pocos desarrollos que le ayuda a las personas de nuestro campo es que estamos en una era de filtraciones en masa. Puedes tener todos los registros de una compañía en una memoria portátil. ¿Qué tan importante es esto para las investigaciones? ¿Ustedes dependen de ello?
DS: Ha habido suficientes filtraciones para que sean una porción importante del trabajo del reportero. Una buena parte de nuestro tiempo se gasta conectando varias filtraciones y siguiendo el dinero.
DK: Cuando comienzas un proyecto, ¿gastas semanas desarrollando fuentes, con la esperanza de que alguien te entregue una filtración de documentos?
DS: Sí, hacemos esto, pero al mismo tiempo, intentamos reunir información, y surgen cosas de formas que no son filtradas, como hackeos, ransomware, o scraping. Por lo general, hacemos scraping de datos a cientos de bases de datos. Las personas encuentran información valiosa en la industria del ransomware, porque muchas compañías se rehúsan a pagar el rescate de la información, por lo que esta resulta filtrada.
DK: ¿Qué tan ético es usar material que se obtuvo de manera ilegal?
DS: Es cuestionable, pero no estamos solicitando este tipo de información. No le estamos pidiendo a nadie que nos la entregue. Estamos tomando material que se hizo público y solo lo usamos si tiene un interés público.
DK: Pero estas investigaciones no dependen solo de filtraciones en masa.
DS: No.
DK: ¿Qué porción del trabajo depende de hacer una revisión cuidadosa de la literatura, entender los patrones, revisar los registros públicos y hacer entrevistas? En otras palabras, hacer reportaje…
DS: Eso no ha cambiado en absoluto, aún hacemos la misma cantidad. Seguimos desarrollando fuentes, solicitando registros públicos en grandes cantidades y, de hecho, ahora más que nunca. Estamos haciendo mucha más búsqueda de fuente abierta. Muchas de nuestras historias surgen porque la novia de alguien puso fotos de su viaje en yate en TikTok.
Todas las historias sobre corrupción a gran escala y crimen organizado ahora son transfronterizas. Más que nunca se ha hecho crítico tener un equipo con experticias muy diversas.
DK: ¿Qué tan importante es el desarrollo de fuentes cara a cara?
DS: Aún es muy importante. El reportaje de investigación no ha cambiado. El problema es que muchos jóvenes no conocen estas habilidades.
DK: ¿No saben cómo hacer entrevistas cara a cara?
DS: Exacto, no lo hacen, y creen que pueden hacer todo en línea. Tenemos reporteros que son buenos para la vieja aproximación de ensuciarse las suelas de los zapatos, y otros que son buenos para el trabajo en línea. Combinamos las dos.
DK: ¿Qué tipo de software utiliza OCCRP para hacer estas investigaciones complejas? Al mapa de estas relaciones, para luego añadir el dinero, los activos y las cuentas, lo solemos llamar análisis de vínculos. ¿Cómo le dan sentido a esto digitalmente? ¿Utilizan un programa por el que deban pagar o un programa abierto?
DS: Aleph es una de nuestras grandes herramientas. La diseñamos y construimos nosotros mismos. Ponemos allí todos nuestros datos. Aleph está conectada a Linkurious, que utilizamos para construir mapas de redes basados en datos subyacentes. Cuenta con una funcionalidad de línea de tiempo. Aparte, tiene referencias cruzadas, para comparar una base de datos con otra. Hay herramientas como i2, pero son costosas, por lo que no las usamos muy seguido. Hay una cantidad amplia de herramientas de análisis de redes sociales, y algunas son software gratis. Sin embargo, estas necesitan de alguien que tenga muchas habilidades técnicas. Aleph es gratis y también puedes recibir acceso a Linkurious.
DK: ¿Y en torno a las comunicaciones?
DS: Usamos un sistema Wiki para compartir información y colaborar en historias. Usamos Signal para tener discusiones seguras entre nosotros. Debería haber mejores herramientas para esto, pero entre Signal, Wiki y Aleph coordinamos nuestros proyectos, y los que están disponibles a cualquier reportero.
DK: ¿Qué tan importante es trabajar en equipo? Estos son objetivos grandes. Son intimidantes. Los estados-nación tienen muchos recursos a disposición y pueden aplastar a un reportero individual. ¿Cómo lidian con eso?
DS: Ahora toda la gran corrupción y las historias de crimen organizado son transfronterizas. Más que nunca resulta crucial tener a un equipo con experticia diferente. Necesitas reporteros locales, reporteros de ciberseguridad, investigadores, expertos en redes sociales, personas expertas en datos que puedan minar estas filtraciones. Somos una red y usamos estas redes para apalancar las habilidades de los demás. Esto, de hecho, es como hemos logrado hacer historias, y hacerlas con rapidez. Si no tienes una organización con estas personas, debes construir esas relaciones, y usar organizaciones como GIJN.
DK: ¿Qué haces si eres un reportero individual que vive en un régimen corrupto y quiere comenzar a documentar esto?
DS: Trabajamos con reporteros en lugares como Turkmenistán, y otros regímenes muy corruptos, donde no pueden verlos hablar con nosotros. Sin embargo, pueden hacer mucho trabajo facilitando contactos con reporteros en otros lugares. Quizás no puedes investigar en tu país, pero puedes mirar afuera, donde están los activos.
DK: ¿Crees que para los gobiernos ahora resulta más difícil guardar secretos?
DS: Lo es, porque es muy fácil comunicarse. También, porque muchos gobiernos son muy corruptos. Hay mucha gente preocupada por lo que sucede y, en ese momento, es cuando ocurren las filtraciones. También creo que es una herramienta utilizada por los gobiernos. Muchas de las grandes filtraciones vienen de gobiernos.
DK: Explica eso un poco mejor. ¿Sospechas que los servicios de inteligencia están involucrados en estas filtraciones?
DS: Sí, creo que a ciertos países les interesa publicar esta información. Los países están filtrando información que les interesa publicar, para hacerles daño a otros países o personas.
DK: ¿Cómo los reporteros podrían impedir ser utilizados de esta forma?
DS: Tú tienes tu ética y puedes cerciorarte de hacer historias que sean del mayor interés público. Creo que esa es la clave. Tenemos que estar discutiendo este punto con frecuencia entre nosotros: ¿necesita el público esta información? Tratamos de que todo lo que hagamos explique la corrupción, o la manera como trabaja el gobierno, o las empresas, o el crimen organizado. De esta forma el público puede tomar mejores decisiones.
Recursos adicionales
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David E. Kaplan es el director ejecutivo de la Red Global de Periodismo de Investigación. Ha escrito sobre crimen organizado durante 35 años y es coautor de Yakuza, una investigación sobre la mafia japonesa. Kaplan ha hecho reportajes en más de veinte países, ganó o compartió más de 25 premios, y ha administrado medios sin ánimo de lucro, equipos de investigación, así como numerosos proyectos de reportaje transfronterizo.
Drew Sullivan es cofundador y editor del Organized Crime and Corruption Reporting Project. Bajo su dirección, OCCRP ha ganado numerosos premios, incluido el Global Shining Light Award, el Tom Renner Award for Crime Reporting y el European Press Prize. Anteriormente, trabajó como reportero de investigación para el periódico The Tennessean y el Equipo de asignación especial de Associated Press.