Cualquier periodista que haya sido “trolleado”, acosado o atacado en línea sabe que la experiencia puede ser horrible y sentirse muy aislado. Ante esta situación, las redacciones están empezando a tomar conciencia de que su personal necesita apoyo específico para lidiar con este tipo de abuso.
En la XI Conferencia Global de Periodismo de Investigación, expertos en seguridad digital compartieron algunas recomendaciones que los medios pueden implementar en cualquier parte del mundo.
Hay que combatir las mentiras que se difunden acerca de los periodistas. Y es tan importante hacerlo ante los lectores, como ante la redacción, dice Glenda Gloria, editora ejecutiva de Rappler, publicación filipina miembro de GIJN que ha sido atacada tanto por el gobierno de Rodrigo Duterte como por trolls.
“Aun cuando no quieres desacreditar la mentira, tienes que hacerlo por el bien de tu audiencia”, dijo Gloria. “Cuando el periodismo está bajo asedio, hay que mantenerse firmes”.
Según Scott Griffen, director adjunto del International Press Institute (IPI), con sede en Viena, son numerosas las redacciones que no tienen departamentos dedicados a ayudar a los periodistas a lidiar con los ataques. Pero incluso sin un área de esas características, hay ciertos pasos que cualquier jefe redacción puede seguir para apoyar a sus reporteros, dijo Jason Reich, quien dirige la seguridad corporativa del New York Times. “Las herramientas para evaluar amenazas están al alcance de todos”, dijo.
Esto es lo que los medios pueden hacer para asegurarse de que los periodistas hagan su trabajo sin censurarse o experimentar las consecuencias psicológicas de ser atacados en línea.
Alentar el trabajo periodístico
Las redacciones deben construir una cultura de apoyo que permita a los periodistas denunciar ataques con facilidad, dijo Griffen. Y esa cultura debe imponerse desde arriba. Por ejemplo, los editores deben hacer preguntas de seguridad durante las reuniones editoriales. “Se necesita una gerencia que comprenda que el problema existe y demuestre que apoya a sus redactores”, señaló. Agregó que es importante que la dirección se asegure de que todos dentro de la redacción sepan qué pasos tomar cuando un periodista es atacado en línea.
Hacer un seguimiento de las amenazas
Los periodistas no deberían guardar material que puede ser molesto o dañino, pero los jefes o directores de la redacción deben archivar las amenazas que han recibido sus reporteros. Esto les permitirá realizar un seguimiento de posibles patrones y reincidencias sin exponer a los periodistas a un mayor trauma.
Tumbar las mentiras
Cuando circulan mentiras sobre periodistas, puede ser tentador ignorarlas bajo el mantra de “no alimentes a los trolls”. Pero Gloria contó que Rappler tomó la decisión de desacreditar la información falsa que publiquen sobre sus trabajadores. Dio el ejemplo de Pia Ranada, quien fue objeto de una campaña de mentiras particularmente cruel. Por un tiempo, contó Gloria, la primera página de resultados de Google para el nombre de Ranada estaba repleta de acusaciones falsas. Ahora, los primeros resultados son sobre ataques a la libertad de prensa.
Haz tu propia investigación
En un entorno como Filipinas, donde los ataques a los medios independientes son alentados por las palabras y acciones del presidente, Gloria dijo que Rappler ha tenido que hacer su propia investigación para descubrir quiénes estaban acosando a sus periodistas. La publicación ha acumulado un archivo de 40.000 cuentas falsas a las que llama “tanque de tiburones” para vigilar las campañas de desinformación contra Rappler.
Crea grupos de apoyo entre colegas
Reich y Griffen señalaron la importancia de formar grupos de apoyo entre colegas en los que los periodistas puedan hablar de las amenazas contra ellos. Ambos citaron a la Reuters Peer Network como un ejemplo de buenas prácticas en este campo, aunque algo tan simple como un grupo de WhatsApp podría ser suficiente. Griffen dijo que incluso los periodistas que no sufren abusos en línea deberían unirse a esas redes para brindar apoyo a sus colegas que sí los sufren.
Incorporar la perspectiva de género
La investigación del IPI sobre los protocolos de seguridad de las redacciones reveló un común denominador universal: no solo que las mujeres periodistas son atacadas online con mayor frecuencia que los hombres, sino también que esos ataques son especialmente sádicos y a menudo altamente sexualizados. En el caso de Rappler, Gloria explicó que la redacción está conformada por un 60% de mujeres y dirigida por una mujer, Maria Ressa. No es coincidencia, pues, la cantidad de acoso que ha recibido la publicación.
Hannah Storm, directora de la Red de Periodismo Ético con sede en el Reino Unido, dijo desde el público que los medios necesitan incorporar una comprensión de las amenazas particulares que enfrentan las mujeres. Eso incluye nombrar mujeres a cargo de la seguridad digital de las redacciones, lo que todavía es inusual en la industria.
Megan Clement es periodista y editora especializada en género, derechos humanos, desarrollo internacional y política social. También escribe acerca de París, donde vive desde 2015.