Lecciones que cuatro periodistas de investigación aprendieron de sus errores

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Imagen: GIJN

Un error al escribir, una cita mal atribuida o, incluso, adentrarse en temas peligrosos sin manejar las estrategias de seguridad necesarias. No establecer límites o realizar acercamientos demasiado agresivos. Todos los periodistas, en algún punto de sus carreras, comenten errores.

Con eso en mente, GIJN conversó con cuatro mujeres referentes en periodismo de investigación en América Latina para saber qué error recuerdan en sus carreras y qué aprendieron al respecto.

En la siguiente pieza conversamos con Marcela Turati de México, Lisseth Boon de Venezuela, Katia Brembatti de Brasil y Michelle Carrere de Chile.

¿Qué error has cometido como reportera de investigación y qué pueden aprender los demás de esa experiencia?

Marcela Turati — Cofundadora de la Red de Periodistas de a Pie y Quinto Elemento Lab, México

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Foto: Captura de pantalla de la imagen del perfil de Twitter de Marcela Turati

“Una persona que durante años había formado parte de organizaciones de derechos humanos y que yo conocía desde mucho tiempo atrás, entró a trabajar en un cargo importante de gobierno. Yo cubría varios casos de violaciones graves a derechos humanos y cada vez que iba a hacerle preguntas sobre algún tema que ella conocía y le comentaba un poco de la información que yo estaba investigando, esta persona me proporcionaba muchos datos ‘off the record’ y al final del encuentro me decía que prefería no darme entrevista para conservarse en el anonimato y me advertía: ‘Pero te prohibo que publiques lo que te conté porque fue como amiga y no como funcionaria pública'”.

“Así me bloqueó varias investigaciones a las que estaba yo a punto de llegar por mi cuenta y que yo no publicaba porque no quería perderla como fuente de información. Hasta que una de las veces que volvió a ‘confesarse’ ante mí, y me pidió no ser grabada y que no publicara nada, le contesté: ‘Yo ya tenía pistas e información reporteada, si encuentro otras dos personas que me confirmen la información que conozco, lo publicaré’. Y así lo hice, cuidando que su identidad no quedara al descubierto. Sentí que sus confesiones eran una estrategia para que yo no publicara y que ella protegiera a la institución”.

“La cuestión de clarificar nuestro rol y de poner límites es importante. En otros casos en los que tengo cercanía con algunas fuentes de información, como por ejemplo colectivos de madres con hijos desaparecidos que conozco y cubro desde hace varios años, cuando les pido una entrevista pongo la grabadora, la prendo y anoto en mi libreta para que sea evidente que voy a publicar. Al final del encuentro corroboro si los datos sensibles que mencionaron son para publicarse, pues sé que como nos conocemos desde hace tanto tiempo a veces piensan que están platicando con una amiga o con alguien de su colectivo, y es información sensible que las puede poner en riesgo o que puede echar a perder un proceso judicial o hacer que se pierda el rastro de una víctima”.

Lisseth Boon — Coordinadora de la Unidad de Investigación en Runrun.es, Venezuela 

Captura de pantalla de la imagen del perfil de Twitter de Lisseth Boon

“Olvidar el factor humano. Por más insólito que parezca, muchas veces estamos tan enfocados en verificar información, precisar datos, conseguir evidencias para demostrar nuestras hipótesis que descuidamos atender una parte fundamental de nuestro oficio: la gente. Se nos pasa por alto destacar la versión de las víctimas, darle voz a los que se ven afectados por los hechos de corrupción que investigamos”.

“Me pasó con un reportaje publicado unos 10 años atrás sobre el contrabando a Colombia de leche en polvo de origen neozelandés importada por Venezuela. Estuve tan empeñada en encontrar datos en un contexto de enorme opacidad como el venezolano, contrastar cifras de comercio exterior con otros países y organizaciones internacionales, hallar contratos firmados por funcionarios, guías de movilización de alimentos o partidas presupuestarias del Ministerio de Alimentación que no recogí suficientes historias de venezolanos que padecían la escasez de leche en polvo en aquel entonces mientras el gobierno movía millones de dólares para importar este producto desde el otro lado del mundo y que terminaba por venderse en el mercado negro en Colombia”.

“Lo que recomiendo cuando emprendemos una investigación sobre corrupción o crimen organizado, por ejemplo, es preguntarse siempre cómo afectan esas irregularidades administrativas, esos delitos a la gente común. Y a partir de allí ir en busca de todas esas historias que enriquecerán y completarán nuestros reportajes”.

Katia Brembatti — Presidenta Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación, Brasil

Foto: Captura de pantalla de la imagen del perfil de Twitter de Katia Brembatti

“Cuando estaba al inicio de mi trayectoria, hace dos décadas, cometí un error que me marcó. Era relativamente simple, pero sirvió para mostrar cómo no basta con ser correcto. Un entrevistado entendió una pregunta mal y dio una declaración que yo sabía que estaba equivocada. Inmadura, usé la frase a propósito, como una forma de demostrar que él no dominaba el área que comandaba”.

“Pero fue solo un error aislado, solo se equivocó con las palabras, algo que le puede pasar incluso al profesional más competente. Repensé muchas veces esta actitud y comencé a preocuparme más por el significado del mensaje que debía entregar y el contexto, dejando de lado los deslices que incluso podían atraer a una audiencia, pero que no contribuían a la comprensión”.

“Creo que los periodistas deben tener más cuidado, por el daño que puede causar, pero también deben reconocer los errores y corregirse. Los que se ocupan del periodismo de datos necesitan una atención especial. Un descuido al jugar con hojas de cálculo, por ejemplo, es suficiente para llevar a conclusiones equivocadas”.

“Actualmente soy profesora de una asignatura llamada Autocrítica Periodística, en la que debatimos desde los errores cotidianos hasta prácticas obsoletas que necesitan ser repensadas”.

“En resumen, mantener la perspectiva del error nos alerta y evita decepciones”.

Michelle Carrere — Editora en Mongabay, Chile

Foto: Captura de pantalla de la imagen del perfil de Twitter de Michelle Carrere

“Yo soy chilena, pero vivo y trabajo en Perú donde tengo una fuente que frecuentemente consulto para enterarme de cosas, saber por dónde me conviene ir en una investigación, a qué detalles debo prestar atención, etc. Al inicio de mi trabajo actual, estaba ansiosa por entender, por saber qué es lo que pasaba en el país y mi acercamiento a esta fuente no fue la adecuada. En lugar de crear confianza, la asusté y la alejé de mí durante un buen tiempo. Resultó que aquella fuente consideró que yo la abordaba de manera agresiva: hacía demasiadas preguntas, muy directas, queriendo obtener una respuesta, como si se tratara de alguien a quien pretendía desenmascarar”.

“Esa experiencia me enseñó mucho acerca de cómo relacionarnos con las fuentes, cuidar el vínculo y procurar que el interés por cultivarlo sea recíproco. Aprendí que es necesario tomarse el tiempo para aprender los códigos del lugar donde estamos. En este caso, aunque es un país vecino, hay muchas diferencias en la manera en la que las personas se relacionan y la mayoría son muy sutiles: dónde está el límite entre la confianza y el abuso de confianza, entre mostrar interés o ser indiscreto, entre ser sincera o ser desafiante. Observar y tomarlo con calma sería el resumen del aprendizaje que dejó ese error que, dicho sea de paso, es aplicable mucho más allá del periodismo”.

Recursos adicionales

Nueve periodistas de investigación comentan sobre errores que han cometido en sus carreras (en inglés)

Guía de GIJN para mujeres periodistas

Cómo conseguir —y acertar— entrevistas difíciles con quienes deben rendir cuentas


Mariel LozadaMariel Lozada is associate editor of GIJN en español and a Venezuelan freelance journalist based in New York City. She has a Master’s Degree in Engagement Journalism from the Craig Newmark Graduate School of Journalism at CUNY, and has reported on health, gender, migration, and human rights issues

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