Según el índice global de vigilancia con inteligencia artificial de Carnegie, al menos 75 gobiernos nacionales están utilizando tecnologías de IA para el espionaje. Imagen: captura de pantalla

Este es un extracto de la nota “Cómo rastrear las compras de tecnología de espionaje de tu gobierno”. Para leer el texto completo, haz clic aquí. 

Allie Funk, analista de investigación senior en Freedom House, ha producido muchos reportajes importantes sobre las amenazas digitales a los derechos humanos y rendición de cuentas, incluyendo una investigación que demuestra que los gobiernos explotaron la pandemia de COVID-19 para monitorear a sus ciudadanos.

Funk le sugiere a los periodistas que busquen tecnología que encaje en una de estas cuatro áreas clave: 

• Spyware digital y tecnología de monitoreo que permite vigilar a escondidas las comunicaciones del objetivo o recolectar los datos personales emitidos por sus dispositivos. Funk explicó que esto incluye sistemas como Pegasus, Hacking Team, Circles y los simuladores de torres celulares llamados “mantarrayas” (stingrays).

• Tecnología para extraer datos de teléfonos incautados por medio de una conexión física —conocidos como “dispositivos universales de extracción forense”— como los desarrollados por Cellebrite. Hace poco, equipos de las fuerzas policiales en Botswana utilizaron esta herramienta digital para inspeccionar los teléfonos de periodistas e intentar identificar a sus fuentes confidenciales.

• Vigilancia con IA que facilita el monitoreo masivo —como las plataformas “Safe Cities” de Huawei y la vigilancia por medio de redes sociales. 

• Tecnología biométrica y software de reconocimiento facial como los que utiliza la policía para rastrear a individuos en la ciudad de Nueva York combinándolo con una amplia red de cámaras de videovigilancia. 

Las compañías de vigilancia insisten mucho en que sus productos se venden de manera legal para ayudar a los gobiernos a combatir el crimen. Cellebrite asegura que su sistema sirve para “proteger y salvar vidas, acelerar la justicia y asegurar la privacidad de datos”. El NSO Group—que promueve el sistema Pegasus y se ha fusionado con la firma Circles, residenciada en Bulgaria y especializada en tecnología de intercepción— alega que su meta es “ayudar a que las agencias gubernamentales autorizadas […] aborden legalmente los problemas más peligrosos del mundo actual”. La empresa china Huawei ha declarado que su tecnología de vigilancia con IA reduce el crimen y aumenta la seguridad pública. 

Estos son algunos de los consejos de Funk para encontrar indicios de abusos o nuevas habilidades de vigilancia: 

• Revisa transcripciones de juicios —o entrevista a abogados defensores— en casos donde la evidencia de la fiscalía podría haber sido adquirida por medio de espionaje digital. “Pon especial atención a los casos donde existe evidencia de que se confiscó el teléfono de alguno de los acusados y se sospecha que existió un abuso de la vigilancia; y habla con sus abogados”, recomendó.

• Rastrea los traslados internacionales de los representantes de compañías que anuncian que solo le venden su tecnología de vigilancia a naciones estado. El NSO Group de Israel y su compañía hermana, Circles de Bulgaria, son dos de estas firmas, según grupos de investigación de derechos humanos. Mientras que otros, como Cellebrite, aseguran que algunos de sus productos solo los venden a grupos de investigación o agencias de seguridad. “Pregúntate: ¿por qué están viajando a esos países?”, sugirió. 

• Busca sesiones de capacitación digital avanzada impartidas a organismos policiales. Funk comentó que Freedom House descubrió que el gobierno de Bangladesh estaba utilizando tecnología invasiva para monitorear las redes sociales, después de que los investigadores notaron que el famoso Batallón de Acción Rápida (RAB por sus siglas en inglés) se había capacitado para ello en los Estados Unidos. El informe resaltó que: “(el RAB) es infame por sus violaciones a los derechos humanos, incluyendo asesinatos extrajudiciales, desapariciones forzadas y tortura. (Se les equipó con tecnología valorada en $14 millones de dólares) para monitorear en tiempo real, lo que se consideran rumores y propaganda”.

• Habla con los representantes de compañías de vigilancia privadas en las ferias digitales —y analiza qué funcionarios de gobierno asisten—. “Los vendedores pueden ser sorprendentemente sinceros”, señaló. 

• En países con leyes de transparencia, analiza el presupuesto estatal y sus registros de compras —o realiza una solicitud de información— y examina con cuidado el lenguaje de los contratos de servicios digitales. “Busca descripciones vagas como ‘paquete para redes sociales’”, añadió.

• Refuerza tu relación con sociedades civiles y organizaciones activistas, pregúntales sobre el monitoreo orientado a sus comunidades. “Existen muchas organizaciones e investigadores que son expertos en rastrear cómo y quién está utilizando estas herramientas”, comentó Funk.

Freedom House descubrió que 40 de los 65 gobiernos nacionales que investigaron utilizaban herramientas avanzadas de vigilancia en redes sociales para monitorear a sus ciudadanos. Imagen: Freedom House

Funk afirmó que ella no conoce ningún mapa interactivo completo de las herramientas de cibervigilancia de cada país. “Me encantaría ver uno”, añadió. Sin embargo, recomendó a los periodistas que empiecen sus investigaciones entrando en la página “Countries” del informe anual de Freedom House “Freedom on the Net”, que analiza la libertad digital en 65 países. Hagan clic en el país que buscan y revisen el texto debajo de las categorías C4, C5 y C6 de la base de datos para encontrar un resumen. 

Este es un extracto de la nota “Cómo rastrear las compras de tecnología de espionaje de tu gobierno”. Para leer la nota completa, haz clic aquí. 

Recursos adicionales

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Pasos básicos en seguridad digital para periodistas

Rowan Philp es un periodista de GIJN. Rowan fue el reportero principal para el Sunday Times, de Sudáfrica. Como corresponsal extranjero, hizo reportajes de noticias, política, corrupción y conflicto en más de dos docenas de países del mundo.