Temprano en la mañana del 11 de mayo de 2022, un grupo de periodistas en la Cisjordania ocupada por Israel se puso chalecos con la leyenda “PRENSA” y se reunió en una esquina de la ciudad de Yenín para cubrir una incursión del ejército israelí en un campo de refugiados palestinos.
Para las siete de la mañana, varias publicaciones en las redes sociales habían hecho una aseveración que resultó ser cierta: la periodista palestino-estadounidense Shireen Abu Akleh –corresponsal senior de Al Jazeera y un nombre conocido en Oriente Medio– había muerto tras recibir un tiro.
Las primeras declaraciones de los funcionarios israelíes sugerían que Abu Akleh había sido asesinada por un combatiente palestino o por una bala israelí perdida. También se dijo que “no era posible determinar inequívocamente el origen de los disparos”.
Ambos equipos utilizaron publicaciones en las redes sociales y métodos forenses de código abierto para detallar la posición de las partes y sus líneas de visión en los momentos críticos.
Sin embargo, los equipos de investigación del periódico The Washington Post y Bellingcat – organización sin ánimo de lucro de investigación de código abierto– concluyeron que las balas disparadas hacia los periodistas fueron accionadas por un solo miembro del convoy de las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI).
En un seminario web de GIJN sobre el asesinato de Abu Akleh, Meg Kelly –reportera de video del equipo de forenses de The Washington Post– y dos investigadores de Bellingcat –Giancarlo Fiorella y Nick Waters– compartieron las técnicas que utilizaron para desmontar la narrativa israelí y encontrar al supuesto culpable de la tragedia. Incluso, Bellingcat aportó pruebas que sugieren que varios disparos apuntaron de manera cuidadosa al grupo y no se trató de balas perdidas.
Recopilar las pruebas de fuente abierta
El reportaje del Post incluyó entrevistas a testigos y videos originales en el lugar de los hechos, mientras que Bellingcat utilizó imágenes por satélite de alta resolución y análisis de balística. Ambos equipos se valieron de publicaciones en las redes sociales y métodos forenses de código abierto para detallar la posición de las partes y sus líneas de visión en los momentos críticos.
Al igual que con otras noticias última hora –como el asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021–, los periodistas empezaron por la fase de “descubrimiento”: la búsqueda de transmisiones en vivo y publicaciones en las redes sociales cerca de esa calle de Yenín y el uso de herramientas en línea para descargar cada video para su posterior análisis.
El artículo del Post describe los últimos momentos de Abu Akleh a partir de un video que obtuvieron: “Llega una segunda ráfaga de siete disparos. El grupo se aleja de nuevo de la esquina. Alguien grita: “¿A quién le dieron?” [La periodista Shatha] Hanaysheh pide a gritos una ambulancia porque Abu Akleh ha recibido un disparo”. La historia continúa: “Suenan tres disparos más. Entonces alguien grita: ‘¡Shireen! ¡Médico! Médico!”.
La investigación se centró en un tramo de 250 metros de la calle Balat Al Shuhada, en el lado oeste de la ciudad. A lo largo de este tramo, se encontraban: el grupo de periodistas de Al Jazeera en una intersección cerca del extremo norte; una columna de las FDI de cinco vehículos y varios soldados desmontados que se dirigían hacia ellos desde el sur; así como algunos palestinos armados agazapados en las calles laterales al sureste de la columna.
Tras la tragedia, lo único que estaba claro para los medios de comunicación era que tanto los soldados como los palestinos armados habían disparado sus rifles en la zona esa mañana y que no habría detalles de la autopsia durante semanas. Entonces, ¿cómo llegaron estos equipos a la conclusión de que el convoy de las FDI era el supuesto culpable de la matanza?
![](https://gijn.org/wp-content/uploads/2022/09/WaPo-investigation-into-Shireen-Abu-Akleh-killing-1170x765.jpg)
La investigación del Washington Post reunió el testimonio de los testigos y los contenidos generados por los usuarios, como los videos publicados en internet, para reconstruir los momentos del asesinato de Abu Akleh. Imagen: Captura de pantalla.
Contrarrestar las versiones oficiales de los hechos
Los tres panelistas del seminario web dijeron que examinaron las diversas afirmaciones oficiales sobre el incidente antes de llegar a sus propias y muy diferentes conclusiones.
Kelly aseguró que un video proporcionado por una ONG ayudó a desmentir las afirmaciones israelíes sobre un combatiente palestino en particular, cuando el equipo del Post geolocalizó su posición en relación con Abu Akleh en una imagen de satélite. Esta mostraba desde lo alto que la vista del combatiente hacia los reporteros estaba obstruida por varias manzanas de la ciudad.
“El video de la ONG mostraba con exactitud la ruta por la que se movía el hombre armado, así que pudimos decir: ‘Si miras dónde estaba ella, y dónde estaba el combatiente palestino, es imposible que fuera el responsable del tiroteo'”, explicó Kelly.
Mientras tanto, Bellingcat utilizó un profundo análisis de los videos de las redes sociales y de las imágenes por satélite para rebatir una teoría alternativa: que Abu Akleh pudo haber sido alcanzada por una bala disparada por un soldado de las FDI, que respondía a los tiros de un combatiente palestino que se encontraba entre el convoy y los periodistas. Su investigación señalaba que no había informes de testigos oculares ni imágenes de video de ningún otro hombre armado entre las FDI y los periodistas.
En el seminario web, Waters también compartió imágenes de tres marcas de bala agrupadas en un árbol detrás de la posición de Abu Akleh en una esquina de la calle, así como pruebas de audio que sugerían una serie de disparos controlados con el mismo tipo de munición de calibre 5,56 que utilizan las FDI.
“Vemos videos que muestran a combatientes palestinos disparando en automático, pero la cadencia de esos disparos es muy diferente al ritmo de los que impactaron en la posición de Shireen”, señaló Waters. “El intervalo entre los disparos sugiere que la persona estaba apuntando a ese objetivo. Además, para conseguir esa agrupación ajustada de los tiros, hay que estar apuntando con cuidado, y eso era un buen indicio de que estos eran disparos dirigidos y deliberados.”
Bellingcat utilizó el análisis de los datos del espectrograma realizado por un experto en balística para determinar las características de cada disparo del rifle. Waters describió el principio básico del análisis de audio balístico: “Cuando un rifle se dispara, produce dos sonidos: una explosión sónica, o ‘crack’, y luego está la detonación del cañón, o ‘thump’. Así que cuanto más lejos esté el objetivo, mayor será la diferencia entre el ‘crack’ y el ‘thump’“.
Waters también dijo que los periodistas deben tener en cuenta que las balas del mismo calibre –como las de 5,56 mm– pueden viajar a diferentes velocidades, según el arma utilizada.
Pasos forenses
Fiorella afirmó que la investigación comenzó con un único tuit creíble de esa misma mañana.
“El primer dato que encontré en tiempo real fue un tuit de Al Jazeera en inglés, en el que se decía que Shireen acababa de recibir un disparo, con una marca de tiempo de las 6:48 de la mañana”, explicó. “Así que teníamos una cronología con la cual trabajar”.
Waters refinó aún más la línea de tiempo, después de encontrar un video de Facebook del incidente de un residente que tenía la marca de tiempo de las 6:40 a.m. Sin embargo, el equipo de Bellingcat decidió no publicarlo por razones éticas.
“Parecía que había sido grabado desde el interior de la casa de un residente, y no queríamos vincular el vídeo por temor a que la persona pudiera enfrentarse a algún tipo de consecuencias”, aclaró Waters. “Pero nos dio un límite superior de tiempo de cuándo ocurrió el incidente”.
Kelly explicó que la secuencia de investigación del equipo del Post fue la siguiente: descubrimiento, cronolocalización, geolocalización, verificación, análisis de expertos, entrevistas a testigos y filmación en el lugar de los hechos.
Fiorella afirmó que la investigación comenzó con un único tuit creíble de esa misma mañana.
“El primer dato que encontré en tiempo real fue un tuit de Al Jazeera en inglés, en el que se decía que Shireen acababa de recibir un disparo, con una marca de tiempo de las 6:48 de la mañana”, explicó. “Así que teníamos una cronología con la cual trabajar”.
Waters refinó aún más la línea de tiempo, después de encontrar un video de Facebook del incidente de un residente que tenía la marca de tiempo de las 6:40 a.m. Sin embargo, el equipo de Bellingcat decidió no publicarlo por razones éticas.
“Parecía que había sido grabado desde el interior de la casa de un residente, y no queríamos vincular el vídeo por temor a que la persona pudiera enfrentarse a algún tipo de consecuencias”, aclaró Waters. “Pero nos dio un límite superior de tiempo de cuándo ocurrió el incidente”.
Kelly explicó que la secuencia de investigación del equipo del Post fue la siguiente: descubrimiento, cronolocalización, geolocalización, verificación, análisis de expertos, entrevistas a testigos y filmación en el lugar de los hechos.
“Cuando nos enteramos de que la mataron, nos metimos de inmediato en las redes sociales y sacamos los videos y visuales que pudimos encontrar de TikTok, Twitter, Telegram, Instagram y Facebook”, señaló. “Lo metimos todo en una hoja de cálculo, con la información que pudimos saber sobre cuándo se efectuaron. Luego empezamos a geolocalizar para entender dónde ocurrieron estas cosas”.
El equipo de Kelly envió entonces las pruebas a un experto en audio. “Le dimos partes del material a alguien que ha trabajado con el FBI”, aseguró. “Pudo utilizar los 13 disparos de las dos primeras ráfagas para identificar que quien disparó se encontraba a una distancia de entre 175 y 195 metros de donde se filmaron los videos. Usando ese radio, pudimos ver que los vehículos de las FDI estaban casi a esa distancia”.
Fiorella afirmó que se ha limitado la resolución de las imágenes en las principales plataformas satelitales que involucran la región de Israel-Palestina, pero que Bellingcat pudo utilizar un portal satelital israelí de alta resolución para examinar la calle en detalle.
“Con esta resolución, pudimos pasar a la pregunta de quién estaba en dónde”, explicó. “También tuvimos un vídeo de cámara corporal muy útil publicado por las FDI, que muestra la línea de visión del convoy. Esto comenzó a indicarnos que las FDI tenían una línea de visión más clara hacia la posición de Shireen que cualquier otra persona”.
Otros consejos para desenmascarar este tipo de disparos que surgieron del panel fueron:
- Ponte en la piel de los testigos en las redes sociales. Bellingcat utiliza varias técnicas de descubrimiento automatizado, como tomar la longitud y latitud de un evento de Google Maps y pegar este código en TweetDeck junto con el término “geocódigo:” para canalizar las publicaciones de medios sociales de ese lugar en una columna. Sin embargo, Fiorella dijo que también es importante buscar manualmente las publicaciones pensando en las maneras en que los espectadores de los eventos podrían compartir la información. Hay que ser creativo y preguntarse: “Si yo estuviera allí y tuviera las características demográficas de personas presentes, ¿dónde estaría en las redes sociales?”, explicó. “Si viviera en el centro de Miami, quizá usaría Twitter; en este caso (Yenín), sería TikTok o Instagram o Facebook”. Y añadió: “Luego te preguntas: ‘¿Cuáles son las palabras que usaría para describir lo sucedido? Las primeras menciones de este suceso no dirán ‘le dispararon a Shireen Abu Akleh’, porque no lo sabrían. En su lugar, podrían decir ‘le han disparado a una periodista’ o ‘a una persona’, así que buscas eso. Entonces piensas: ‘¿Qué idioma emplearían para esas palabras? ‘.
- Utiliza archivadores automáticos o sitios de terceros para descargar los videos de las redes sociales. Existen varias opciones para descargar de forma rápida los videos de las redes sociales en las horas posteriores a los incidentes. Para los equipos con conocimientos básicos de línea de comandos, la herramienta youtube-dl –utilizada por el equipo de Post en este caso– es una excelente opción gratuita, que además incluye nuevas funciones de scraping en redes. Un enfoque que no requiere conocimientos de codificación –utilizado por Fiorella en el caso de Abu Akleh– es la descarga manual a través de un sitio de terceros, como el descargador de videos de Twitter. Pero Fiorella aseguró que la mejor opción de flujo de trabajo es configurar una herramienta de autoarchivo que pueda archivar de manera automática las pruebas de video en Google Sheets. “Nuestro equipo técnico ha creado un archivador automático que puedes encontrar en la página de GitHub. Es un script que pones en una Google Sheet y cualquier enlace que pongas se descargará en un servidor: TikTok, YouTube, lo que sea”, afirmó.
- Incluso los videos que “no muestran nada” pueden ser útiles. El equipo del Post encontró una larga transmisión en vivo grabada en la zona que no mostraba nada significativo sobre el incidente. Sin embargo, descubrieron que podían utilizar la gran duración de esa transmisión ininterrumpida –y los indicadores de audio y visuales que contenía– para sincronizar otros videos más cortos que sí mostraban partes del incidente. “Quiero subrayar que nada de lo visual era especialmente interesante, sino que fue el hecho de que siguiera transmitiendo lo que nos permitió hacer coincidir las firmas de sonido con otros videos lo que resultó importante”, explicó. El equipo utilizó la herramienta Adobe Premiere Pro para sincronizar el material.
- Verificar los videos sin marcas de tiempo fiables mediante herramientas de análisis de sombras. Fiorella verificó la hora de algunos clips de las redes sociales del sitio analizando las largas sombras de la madrugada con una herramienta de código abierto. “Una técnica que utilizamos mucho es el análisis de sombras: si el video tiene sombras, se puede aprovechar una herramienta gratuita llamada SunCalc, que tiene una precisión de unos pocos minutos en cuanto a cuándo se produjo un evento”, explicó.
- Busca más datos de las personas que graban los videos clave. Tras encontrar una breve transmisión en vivo de TikTok desde una perspectiva única, el equipo de Kelly se puso en contacto con el testigo y encontró importantes datos adicionales. “Nos proporcionó sus transmisiones completas, así como sus metadatos”. Kelly añadió: “Si necesito ponerme en contacto con alguien, quizá escriba una nota rápida, la ponga en el traductor de Google y le envíe un mensaje directo. A menudo, la gente responde, y puede decir: ‘En realidad, mi amiga grabó este video; aquí tienes cómo ponerte en contacto con ella’. Tengo la suerte de trabajar con varias personas que hablan árabe con fluidez, así que cuando llega el momento de una entrevista, puedo pasárselo a ellos”.
Fiorella aclaró que las investigaciones de código abierto representan un área de rápido crecimiento en el periodismo y recomendó que jóvenes reporteros consideren aprender algunas de las habilidades que conlleva.
“Las redacciones deberían capacitarse en técnicas forenses de código abierto”, añadió Waters. “Pero debe combinarse con las tradicionales: fuentes humanas y documentos”.
Recursos adicionales
10 lecciones de Logan Williams, de Bellingcat, sobre técnicas forenses digitales (Inglés)
Cómo los expertos en código abierto identificaron a los sublevados del Capitolio de EEUU (Inglés)
Rowan Philp actualmente se desempeña como reportero de GIJN. Antes, trabajó como reportero jefe del Sunday Times de Sudáfrica. Como corresponsal en el extranjero, ha informado sobre noticias, política, corrupción y conflictos en más de dos docenas de países en el mundo.