Periodismo desde el exterior: aprendizajes de reporteros en el exilio

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Los medios digitales independientes de Rusia, como Meduza, están fuera de sus países debido al acoso y censura del Kremlin. Detrás de la figura —que utiliza una sudadera de Meduza— el texto dice: “Entiende que no le debes nada a nadie”. Imagen: Natsya Yarovaya, cortesía de Meduza.

Desde que Rusia atacó a Ucrania en febrero, casi todos los medios independientes rusos que quedaban en el país y al menos 150 periodistas han tenido que exiliarse debido a la violenta campaña del Kremlin contra la libertad de expresión y el periodismo. Algunos siguen funcionando desde casas rentadas o espacio de oficina que les fueron donados en capitales de Europa del Este, como Riga, Vilna y Praga; mientras tanto, lidian con permisos de residencia, la búsqueda de vivienda, tarjetas de crédito rusas bloqueadas y ansiedad. 

Los medios exiliados no son un fenómeno reciente. A finales del siglo XIX, los periodistas sirios-libaneses en Cairo ayudaron a crear la prensa árabe moderna y la Guerra Fría hizo que muchos escritores se exiliaran. Lo que sí ha cambiado es la tecnología, que ahora le permite a los periodistas informar con nuevas herramientas y a sus audiencias le da acceso a sus investigaciones. 

La comunidad internacional también se está movilizando. En marzo, las fundaciones Schöpflin y Rudolf Augstein, de Alemania, —en colaboración con Reporteros Sin Fronteras (RSF)— crearon JX Fund, un fondo europeo dedicado a ayudar a reubicar en nuevas locaciones a los periodistas independientes exiliados. 

Mientras tanto, muchos ciudadanos rusos buscan conectar con los medios independientes bloqueados. El uso de redes virtuales privadas (VPN, por sus siglas en inglés) y aplicaciones gratuitas para eludir la censura aumentó exponencialmente desde que Rusia prácticamente prohibió el periodismo independiente en marzo. Según reportó The Washington Post en mayo —basándose en los análisis de Apptopia— el ritmo de descargas diarias de los 10 VPN más populares en Rusia aumentó de alrededor de 15 mil antes de la invasión, hasta un pico de 475 mil en marzo y seguía avanzando a un ritmo de 300 mil descargas al día a principios de mayo (hablaremos sobre estas aplicaciones más adelante). El reportaje añadió que las autoridades del Kremlin han bloqueado o restringido más de 1,000 sitios web desde la invasión. 

JX Fund screenshot

Las fundaciones alemanas Schöpflin y Rudolf Augstein, junto con Reporteros Sin Fronteras, crearon el JX Fund, un fondo para apoyar a los medios exiliados. Imagen: captura de pantalla.

A pesar de haber abandonado el país, los medios rusos siguen enfrentándose a amenazas de vigilancia física e intimidación por medio del gran alcance de las agencias de seguridad rusas. Según The Washington Post, los servicios de inteligencia de Lituania notaron un aumento en la actividad de los agentes rusos en Vilna en marzo y advirtieron a los periodistas rusos recién llegados que deberían tener cuidado con el acoso e, incluso, la infiltración de espías en sus nuevas oficinas centrales. Como respuesta a la amenaza de Rusia, Vytis Jurkonis, director de proyectos de Freedom House, una organización pro democracia sin ánimo de lucro, advirtió: “Creo que los periodistas [exiliados] no deberían concentrarse todos en un solo país”.

Datawrapper map of Ukrainian exiled media diaspora

Los medios rusos en el exilio se han reubicado en varias ciudades como Riga, Vilna, Praga y Tbilisi.

A lo largo de los años, muchos periodistas desplazados se las han arreglado para sobrevivir fuera de su país natal con diferentes niveles de éxito, en especial con el aumento en los canales de distribución digitales los últimos 15 años. En una serie de entrevistas realizadas por GIJN, los líderes de noticias exiliados residenciados en media docena de países ofrecieron consejos y lecciones que han aprendido de sus propias experiencias. Esta transición, según dicen, requiere tener una serie de canales de distribución diversos y adaptables, utilizar tácticas inteligentes para preservar a tu audiencia doméstica y mantener a tus fuentes dentro del país seguras, colaborando con otras redacciones, compartiendo desde espacio de oficina hasta los procesos bancarios, y preparándote para un juego “del gato y el ratón” digital con tu gobierno  autoritario natal. 

Casos recientes demuestran que hay razones para ser optimista. Radio Free Asia (RFA) —una organización sin ánimo de lucro financiada por el gobierno de Estados Unidos— publica noticias en seis países asiáticos donde la libertad de prensa está prohibida, incluídos China, Corea del Norte, Birmania y Vietnam (RFA afirma que cuenta con una separación institucional para protegerse contra la influencia editorial del gobierno estadounidense). BenarNews, afiliado a RFA, también ofrece noticias sin censura en otros cinco países asiáticos.

El personal de RFA se vio obligado a huir de Birmania después de que los militares derrocaran al gobierno civil el 1 de febrero de 2021. A pesar de los cortes de luz, bloqueos de Facebook dirigidos y una mano dura contra la prensa por parte de la junta, el tráfico local de la página web se ha mantenido constante, según cuenta la presidenta de RFA, Bay Fang, que cubrió China, Afganistán e Irak para US News y World Report y sirvió como corresponsal diplomática para el Chicago Tribune. La página de Facebook de RFA en Birmania ha crecido un 25% desde entonces, incluyendo a medio millón de nuevos seguidores que se inscribieron en la semana después del golpe de estado. Los datos de RFA demuestran que 76% de su tráfico web tras el golpe dentro de Birmania está conectado con tecnologías para eludir la censura como nthLINK y Psiphon

En el seminario web organizado recientemente por el East-West Center —un centro de estudios ubicado en Honolulú y financiado principalmente por el gobierno estadounidense— periodistas de Birmania señalaron que muchos medios independientes en el Sudeste Asiático se enfrentan a la misma situación que los de Rusia y Ucrania. Por ejemplo: los ponentes contaron cómo las armas y equipos de vigilancia rusos también se utilizaron para intimidar a los medios en Birmania y cómo las cuentas bancarias de los periodistas solían ser bloqueadas rutinariamente por orden del gobierno. Soe Myint, editor en jefe del sitio birmano Mizzima News, dijo que su organización también había organizado múltiples redacciones a lo largo de la frontera en Tailandia para reducir las amenazas de la junta militar birmana. 

En América Latina, los periodistas Roberto Deniz, Ewald Scharfenberg, Alfredo Meza y Joseph Poliszuk, del galardonado sitio venezolano Armando.info, se vieron obligados a huir del país hace cuatro años, tras ser acosados por su cobertura de la corrupción. Hoy en día, su equipo sigue informando sobre el país, trabajando de manera virtual desde diferentes locaciones. Los periodistas que trabajan para la organización se conectan desde ciudades como Bogotá, Madrid y Miami para discutir sus futuras historias y compartir cómo se están desarrollando sus investigaciones.

Asimismo, más de 100 periodistas han abandonado Nicaragua desde 2018 después de que se cerraran las empresas mediáticas independientes y se arrestara a varios reporteros. Aunque el panorama mediático dentro del país todavía es complicado, periodistas destacados como Carlos Fernando Chamorro, Lucía Pineda Ubau y Wilfredo Miranda ahora trabajan diversos países, entre ellos Costa Rica, desde donde siguen informando y exigiendo que los poderosos que controlan su país natal rindan cuentas. 

El periodismo tradicional puede realizarse desde el exilio

RFA demostró la capacidad de los medios exiliados para recopilar información cuando, en 2017, fue el primero en revelar el amplio programa de detención de los musulmaes uigur en la provincia china de Sinkiang. ¿Cómo lo hicieron? Un periodista de RFA residenciado en Washington, DC, tomó los turnos de media noche de la redacción para lidiar con el cambio de horario e hizo alrededor de 100 llamadas telefónicas a fuentes primarias y sus contactos en Sinkiang todas las noches, según Fang. El trabajo periodístico que siguió a estas llamadas investigó extraños anuncios públicos, revelando la perturbadora situación de los hijos de los detenidos que se habían quedado sin nadie que los cuidara.

“Este es otro rayo de esperanza para los medios en el exilio: fuimos capaces de realizar periodismo [tradicional] desde afuera”, dice Fang. “No somos, por definición, un medio exiliado, pero nuestro público objetivo suele encontrarse en países donde hay gobiernos autoritarios que no quieren que la gente reciba nuestros reportajes”.

Joris van Duijne, director ejecutivo del medio afiliado a GIJN, Radio Zamaneh —un medio independiente ubicado en Países Bajos y enfocado en audiencias iraníes—, dice que informar a la diáspora internacional sobre las sociedades reprimidas puede ser una manera poderosa para hacer llegar la información a la gente dentro de esos países. El boca-oreja y los enlaces enviados por familiares y amigos de confianza, señala, pueden abrirse paso entre la propaganda y censura domésticas. Puede ser una manera efectiva de evadir los bloqueos de información del gobierno, ya que dos tercios de la audiencia de Radio Zamaneh siguen residenciados en Irán. Esta capacidad para penetrar los muros mediáticos del régimen, dice van Duijne, existe gracias a una variedad de técnicas de fuente abierta para eludir la censura y a un inusual nivel de conocimientos digitales por parte de los iraníes ordinarios. 

Zamaneh Media homepage screenshot

Radio Zamaneh sigue cubriendo Irán desde su central en Países Bajos. Imagen: Captura de pantalla.

Para van Duijne, el principal reto es la confianza en la tecnología. “¿Cómo te aseguras de ser percibido como un medio local, incluso cuando la gente sabe que te encuentras fuera del país?” pregunta. Radio Zamaneh nació en el exilio en 2006, gracias a una iniciativa del parlamento holandés, y, desde entonces, ha emigrado de las transmisiones en radio de onda corta hasta las noticias digitales independientes. “Estamos comunicando la verdad y no nos consideramos la oposición, pero las autoridades iraníes nos perciben como tal y han intentado acusarnos de tener una agenda intervencionista extranjera”, cuenta. “Nuestra audiencia nunca lo ha creído”. 

Meydan TV, un canal de noticias independiente sin ánimo de lucro situado en Berlín para ciudadanos de Azerbaiyán, fue fundado por un periodista disidente y ex preso político. Según su director de proyecto, Matthew Kasper, el medio intentó tener una oficina en Bakú, la capital de Azerbaiyán, pero tuvieron que cerrar el espacio cuando los medios de comunicación empezaron a sufrir redadas organizadas por las agencias de seguridad estatales. 

“De hecho, Meydan TV fue fundada en el exilio, lo que nos facilitó la organización —ya teníamos contactos buenos en Alemania, lo cual nos facilitó el papeleo alemán—”, explica. 

Cómo traspasar la barrera de la censura

Por suerte para muchos grupos mediáticos exiliados, hoy existe una amplia variedad de herramientas y aplicaciones digitales que les permiten seguir conectados con la audiencia de su país —a pesar del esfuerzo que hacen los regímenes autoritarios por clausruarlos—. Los VPN que ocultan la ubicación y el navegador Tor con su “enrutamiento cebolla” para audiencias —así como las técnicas de espejo para los medios de comunicación— se han vuelto herramientas cada vez más populares y efectivas para lidiar con los obstáculos contra la prensa libre. Por ejemplo, el número total de descargas de una aplicación rusa para eludir la censura, Psiphon, aumentaron de 45 mil a más de un millón en las primeras tres semanas de guerra con Ucrania, según el analista senior de Psiphon, Keith McManamen. Resaltó que en un solo día a mediados de marzo Psiphon registró un uso de 788 terabytes de información desde Rusia, sugiriendo un amplio consumo de video por parte de usuarios, desesperados por conseguir noticias sin filtrar. 

Mientras tanto, el CEO del popular servicio de red privada ProtonVPN contó que el uso de sus servicios de internet encriptado habían crecido dramáticamente en Rusia desde que comenzó la invasión. También anunció que la compañía no está cobrando cuotas a los usuarios rusos, porque no tienen cómo pagar por servicios occidentales. 

Herramientas recomendadas por los editores en el exilio: 

  • La aplicación gratuita para usuarios, Psiphon. La herramienta contra la censura recomendada por todos los editores exiliados que entrevistó GIJN fue Psiphon, una aplicación sin coste para eludir la censura. Utiliza casi todos los métodos alternativos para evadir los bloqueos de páginas web existentes. Disponible para Android, Windows y iOS, Psiphon 3 utiliza software gratuito de fuente abierta y una combinación de servidores seguros, cifrado y “tecnologías de ofuscación” para conectar a sus usuarios con páginas web bloqueadas en las naciones restringidas. Los usuarios solo necesitan descargar la aplicación e instalar el software —pero deben recordar marcar la casilla que otorga acceso al VPN—. La función de ofuscación disimula la actividad a plena vista. “Esconde la verdadera naturaleza del tráfico de datos, por lo general mezclándolo con el tipo de tráfico más común que esté sucediendo en ese momento”, dice McManamen. “Funciona parecido a un VPN, la diferencia radica en los protocolos de transporte y la tecnología de ofuscación que utilizamos, porque los VPN no suelen resistir la censura contra sí mismos”. Aunque van Duijne reconoce que quienes utilicen Psiphon podrían lidiar con una velocidad de internet más baja y estar más expuestos a la publicidad, dice que las audiencias encuentran el servicio gratuito confiable y fácil de utilizar, porque no se necesitan habilidades digitales y busca automáticamente conexiones de internet seguras. Puedes leer la guía de uso de Psiphon en este enlace.
  • Servicios de website mirroring diseñados para medios investigativos. Los “sitios espejo” protegen a las páginas web censuradas, duplicándolas en grandes servidores internacionales que los gobiernos autocráticos no se atreven a bloquear. Reporteros Sin Fronteras ha ayudado a los medios independientes a seguir en línea en 18 países con su servicio de espejo Operation Collateral Freedom. Mientras tanto, van Duijne recomienda la herramienta Virtualroad, especialmente a los medios investigativos. “Virtualroad es un proveedor notorio que aloja páginas web para medios independientes y grupos activistas”, dice van Duijne. “Los sitios espejo son muy útiles, pero tienen un lado negativo. La práctica solía ser más estática hace 12 años —solo copiábamos nuestra página web entera a una nueva locación—, pero ahora se requiere mayor automatización y pasos de seguridad. Es importante tener protección contra los DDoS (ataques de denegación de servicio) además del sitio espejo. Lo aprendimos a las malas, cuando nos interrumpieron seriamente en 2010”. Kasper, de Meydan TV, está de acuerdo con que es importante educar a las audiencias domésticas sobre la tecnologías de acceso a estos sitios, al mismo tiempo que se minimiza su necesidad de utilizar estas tecnologías en el día a día. “En nuestra experiencia, lo mejor es trabajar con sitios espejo para que la gente no necesite un VPN para acceder a la información”, explica. “Pero también es importante producir contenido que les explique cómo pueden usar los VPN, etc. para que la audiencia conozca sus opciones”.
  • Explora alternativas de alojamiento web sostenibles, como Greenhost de Países Bajos. “Greenhost entiende muy bien el periodismo y también ofrece protección contra los DDoS”, señala van Duijne. Greenhost, que ofrece un servidor virtual privado y alojamiento web de uso intuitivo, declara: “Jugamos una parte activa en varios proyectos relacionados con la seguridad digital y los derechos humanos”. 
  • Evalúa si tus usuarios pueden costearse una VPN de paga. Si tus audiencias pueden permitirse pagar tarifas pequeñas, pero probablemente no tendrán ni el tiempo ni las habilidades digitales para instalarlo, van Duijne dice que las redacciones exiliadas pueden señalar a sus lectores varias opciones de confianza y fáciles de usar, como Mullvad. “Si los usuarios no pueden pagar, es importante dirigirlos hacia un rango de opciones gratuitas e ignorar las demás”, dice. “Además, hay un problema de confianza y propiedad: ¿quién sabe si el gobierno que te está bloqueando es el mismo que maneja la VPN? Así que, tanto para VPN de paga como gratuitos, debes hacer una investigación previa”. 
  • Considera utilizar aplicaciones de evasión de la censura como tu plataforma de publicación. Van Duijne menciona que, por una cuota, las redacciones también pueden crear su versión personalizada de Psiphon que muestra su contenido como página principal de la aplicación. “Zamaneh ofrece una versión personalizada de Psiphon para sus clientes”, dice. “Lleva el nombre de Zamaneh y pueden descargarlo gratis. Es un gran servicio para tu audiencia, pero tiene un coste considerable [para el medio]”.

Estrategias para llegar a las audiencias bloqueadas

“Las técnicas de espejo funcionan de maravilla, pero ¿cómo le comunicas tu nueva URL a tu audiencia? Estas soluciones crean URLs muy largas”, dice van Duijne. “Por lo general, no quieres obligar a tu audiencia a perseguirte”.

Los editores necesitan un arsenal de estrategias, incluyendo las siguientes:

  • Considera aplicar “todas las anteriores” para lidiar con gobiernos con técnicas de censura sofisticadas. “En China, hay que ir con todo lo que tienes”, dice Fang, hablando sobre la estrategia de RFA. “Hacemos onda media, onda corta, satélites, elusión, lo que llamamos ‘onda aún más corta’ —en la que la dirección cambia frecuentemente—; de todo”. Cuando expulsaron a RFA de múltiples estaciones FM del país, el equipo rápidamente redirigió su contenido a las áreas urbanas con canales como Facebook, Youtube y una aplicación de RFA que su audiencia descargó. 
  • Añade una sección sobre acceso digital en tu contenido mediático. Muchos editores veteranos en el exilio dicen que artículos de servicio público e incluso historias ordinarias sobre de la industria tecnológica acerca de seguridad digital y acceso web les han ayudado a empoderar a sus audiencias con el conocimiento que con el tiempo pueden necesitar.
  • Redirige las noticias a tus canales de redes sociales mientras estableces tu presencia en el exilio. Alexey Kovalev, editor de investigaciones para el medio independiente ruso Meduza —que huyó de Moscú hacia la capital de Letonia, Riga— le dijo al Reuters Insitute for the Study of Journalism que su equipo se enfocó en publicar las noticias sobre la guerra en su canal de la red social Telegram durante la primera semana de ataques contra la prensa. “En Telegram, pasamos de medio a un millón de suscriptores en los últimos días”, resaltó Kovalev. Como en Radio Zamaneh, alrededor de dos tercios de la audiencia de Meduza siguen viviendo en su país de origen.
  • Utiliza herramientas para encriptar tus documentos al comunicarte con fuentes en situación de riesgo. Kasper dice que el equipo de Meydan TV se enfoca en la seguridad digital para sus fuentes y contribuidores; estas medidas, según explica, se han ido desarrollando con el tiempo. Mientras que SecureDrop es probablemente la herramienta más segura para transferir documentos a fuentes anónimas en situación de riesgo, cuenta que en la práctica muchos encuentran más sencillo utilizar cifrado PGP o Signal. “Los mayores retos a los que nos enfrentamos son las represiones en el campo e intentar proteger a todos los involucrados tanto como sea posible”, explica. “Deberías tener normas de seguridad digital para quienes trabajan en el equipo, sin importar dónde estén residenciados, para que no puedan hackearlos”.
  • Considera crear una campaña de financiamiento desde el extranjero si los ingresos domésticos están bloqueados. Kovalev le dijo a Reuters Institute que Meduza perdió el acceso a todas sus antiguas fuentes de donaciones domésticas y, en respuesta, lanzaron una campaña de financiación fuera de Rusia. 
  • Explora canales seguros e innovadores para pagar a tus corresponsales. Mientras que los editores exiliados se mostraron renuentes a la hora de mencionar sus métodos de pago seguro, Fang dijo: “Existen nuevas alternativas no bancarias para hacer llegar el financiamiento a los corresponsales y a la gente que te ayuda en estos países; algunas son tecnologías muy innovadoras”.
  • Aumenta el interés de tu audiencia con contenido único. Si puedes ofrecer un servicio único además del periodismo honesto —en especial historias en un lenguaje minoritario— las audiencias domésticas harán un esfuerzo por encontrar canales y tecnología con los que puedan encontrar contenido exiliado. “Somos el único servicio de noticias en lengua uigur y, debido a esta exclusividad, también contamos con que nuestra audiencia quiera encontrar nuestro contenido”, dice Rohit Mahajan, jefe de comunicaciones de RFA. “Saben que van a obtener un contenido que no pueden conseguir en ningún otro lado. De hecho, publicamos en nueve lenguajes y nuestro afiliado, BenarNews, publica en otros cinco”.
  • De ser posible, conserva la capacidad para transmitir radio. La radio de onda corta tiene una orgullosa historia de servir para romper la censura, pero ha tenido que pasar a un papel menor para muchas organizaciones mediáticas. “El problema era la interferencia y bloqueos de las frecuencias de onda corta; se convirtió en un juego del escondite para nosotros y puede salir muy caro estar cambiando de frecuencia”, cuenta van Duijne. “También tiene el inconveniente de que tu audiencia ya no puede encontrarte”. Sin embargo, Fang hace énfasis en que los medios exiliados no deberían abandonar este canal de comunicación. “Hemos tenido que insistir en este tema: verdaderamente necesitamos mantener la onda corta, incluso si las encuestas demuestran que una parte muy baja de la audiencia llega por ese canal”, dice. “Tienes que mantenerla como respaldo. Los gobiernos pueden apagar el internet”.
  • Invita a tu audiencia doméstica a generar contenido. Anima a tu audiencia a que compartan videos tomados dentro del país y destaca canales cifrados como Signal o Protonmail. “Mucha gente nos hace llegar sus videos por aplicaciones de mensajería, pero el correo cifrado sigue siendo la mejor manera de hacerlo”, dice Fang. “Recibimos videos de ciudadanos y los verificamos; somos muy rigurosos en ese aspecto, pero es una manera de obtener información de un lugar donde los periodistas no pueden llegar”. Fang dice que este año se lanzará un sistema seguro y fácil de utilizar para recibir comunicados de informantes —provisionalmente conocido como “filtraciones globales”—.

Van Duijne sostiene que es un gran momento para que las redacciones exiliadas creen una red de colaboración global.

“Hace una década, había programas internacionales para los medios en el exilio, que incluían formación basada en sus necesidades que era muy útil para nosotros en términos de sostenibilidad”, dice. “Hasta donde yo sé, desde entonces no ha habido nada parecido y no existe una asociación de medios exiliados”.

“Para empezar, lo necesitamos para negociar de manera colectiva”, añade. “Los importantes servicios que ofrecen estas compañías tecnológicas y los servicios satelitales suelen ser relativamente caros para pequeñas iniciativas en el exilio, así que necesitamos una manera de coordinar suscripciones conjuntas y fortalecer nuestra posición a la hora de negociar con estas compañías. Debemos saber cómo ayudarnos unos a otros”.

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Rowan-Philp-140x140Rowan Philp es un periodista de GIJN. Antes fue periodista del Sunday Times en Sudáfrica. Como corresponsal extranjero, ha informado sobre noticias, política, corrupción y conflictos desde más de una docena de países alrededor del mundo.

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