Entre las múltiples víctimas de la crisis económica que ha golpeado a Venezuela en las últimas dos décadas, uno de los sectores más afectados han sido los adultos mayores. En 2019, el medio digital Prodavinci se dio a la tarea de investigar las razones por las que las pensiones de los trabajadores retirados no les estaban alcanzando para cubrir sus necesidades básicas.
Ese año, el portal, que desde hace 13 años ofrece contenido periodístico y de análisis sobre la realidad venezolana, había comenzado a publicar entregas del especial “Envejecer en Venezuela”, con historias sobre cómo ha empeorado la calidad de vida de los adultos mayores en ese país.
“Nos hicimos la pregunta de qué estaba pasando con el valor del retiro en la actualidad y queríamos ver si los datos nos podían dar una visión de eso”, dijo a LatAm Journalism Review (LJR) Indira Rojas, periodista de Prodavinci. “Ya veníamos haciendo un registro a través de la crónica y del relato de historias de jubilados y pensionados y queríamos ver si los datos nos podían contar también la historia que estábamos viendo a través de la no ficción”.
El resultado fue “La promesa rota: el colapso de la seguridad social en Venezuela”, un trabajo multimedia de periodismo de datos que logró evidenciar que el sistema de pensiones de los trabajadores venezolanos no garantiza la subsistencia de los beneficiarios.
Prodavinci analizó cientos de datos de salarios y pensiones de los últimos veinte años en Venezuela y encontró, entre otros hallazgos, que los trabajadores que se retiraron en 2020 aportaron al Seguro Social hasta 57 veces más de lo que recibirán en pensiones en toda su vejez y que el valor de las pensiones en el año 2000 era 330 veces mayor al de 2020.
“La promesa rota”, publicado en febrero de 2021, recibió este mes el premio Rey de España 2022 en la categoría Cooperación Internacional y Acción Humanitaria. Seis meses atrás, en septiembre de 2021, el trabajo obtuvo Mención Especial en la categoría Periodismo de Investigación en los premios del Instituto Prensa y Sociedad Venezuela (IPyS) y estuvo entre los finalistas de los Online Journalism Awards 2021 en la categoría de Periodismo de Investigación de Datos.
El reportaje logró vencer la polarización política y la falta de transparencia en Venezuela mediante la creación de bases de datos que no existían en el país, al tiempo que creó un vínculo personal y emocional con los lectores a través de la combinación de periodismo de datos, texto y material audiovisual y elementos artísticos.
Periodismo de datos contra la opacidad y la polarización
El equipo detrás de “La promesa rota” se topó con que en Venezuela no existen suficientes bases de datos oficiales sobre salarios de trabajadores del estado de los últimos 20 años. Por tanto decidieron recurrir a gremios y sindicatos de distintas áreas del sector público, como policías, militares, médicos y enfermeras para realizar su investigación.
Los únicos datos que pudieron recopilar fueron los de trabajadores de la educación: maestros de educación básica y profesores universitarios.
“No hay un solo ente gremial que tenga una recopilación completa y eso fue parte de uno de los esfuerzos más grandes que tomó este trabajo”, dijo a LJR Salvador Benasayag, periodista de Prodavinci que estuvo a cargo del especial. “De otros gremios ni siquiera pudimos hacer una reconstrucción”.
Los maestros resultaron ser una muestra representativa del universo de trabajadores del sector público en Venezuela. El sector educativo es uno de los más grandes empleadores en el país. Hasta 2015, en el país había más de 2.5 millones de empleados públicos, según la organización Espacio Público. De ellos, cerca de 700 mil son profesores.
“En el caso de maestros y profesores, surgió que teníamos la data más completa posible, lo más actualizado y realmente son de los colectivos más amplios y representativos”, dijo Benasayag. “Los maestros son una referencia siempre de cómo funciona el tema de la remuneración pública”.
El jurado del Premio Rey de España destacó la forma en la que Prodavinci sorteó las dificultades para lograr recopilar información y construir sus propias bases de datos, lo cual les tomó cerca de tres meses.
“No hay una fuente organizada de estos gremios para consultar los datos. Sería de verdad ideal que estos gremios tuvieran una organización más detallada en el tiempo [de los datos] de lo que devengan, sobre todo porque eso además es de interés para los trabajadores”, dijo Benasayag. “Eso no existe acá, fue muy complicado y nos tomó mucho tiempo”.
La opacidad obligó al equipo a reunir piezas de información de diferentes fuentes y recabadas bajo metodologías y con escalas distintas. Pese a ello, lograron armar una base de datos coherente que les permitió lograr los hallazgos a los que llegaron.
“En Venezuela los periodistas no podemos hacer un requerimiento como en otros países que tienen ley de acceso a la información pública”, dijo Benasayag. “Siempre ocurre que alguna persona obtiene los datos, pero siempre es por una filtración o por medio de alguien de confianza, pero no hay un procedimiento legal, no hay una página de datos públicos del gobierno donde esté centralizado todo”.
Pero las dificultades no se limitaron a la falta de transparencia. Para diseñar la metodología de análisis que les permitiera calcular la caída en el valor de las pensiones, los analistas del equipo debían considerar factores macroeconómicos como la inflación, tipo de cambio y salario mínimo, datos que tampoco son tan accesibles o presentan cierto nivel de sesgo, según la fuente que los proporcione.
La polarización política en Venezuela ha influido en la confiabilidad de los datos públicos que se publican. Por ejemplo, el Banco Central de Venezuela (BCV) -órgano encargado de publicar datos macroeconómicos del país- dejó de publicar esa información entre 2015 y 2019. En 2016, el Presidente Nicolás Maduro logró hacerse del control de este organismo.
En respuesta, la Asamblea Nacional (AN), que en 2016 contaba con una mayoría opositora, comenzó a compilar datos macroeconómicos y a construir bases de datos paralelas. Organismos como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo y consultoras privadas comenzaron a tomar esos datos como los únicos indicadores disponibles. El equipo de Prodavinci decidió hacer lo mismo para su ponderación metodológica.
“Había una data enfrentada y había que tomar una decisión. Y en ese momento decidimos desde el punto de vista periodístico que lo mejor para establecer ciertos cálculos era utilizar ambos datos”, dijo Rojas.
El equipo optó por darle al lector ambas perspectivas. Por ejemplo, las gráficas que muestran el impacto de la inflación en las pensiones de los trabajadores en los últimos 20 años fueron realizadas tomando en cuenta tanto las cifras de inflación del BCV como las de la AN de modo que el lector pudiera hacer una comparación.
El equipo enfrentó además la disyuntiva de decidir en qué moneda reflejar los cálculos de su análisis. Si bien el bolívar sigue siendo la moneda oficial de Venezuela, en la última década el dólar estadounidense se ha convertido en la divisa no oficial en el país debido a factores como la devaluación del bolívar y a la hiperinflación de la economía.
“Calculamos el valor de las pensiones en dólares estadounidenses a partir del salario mínimo y su conversión con la tasa de cambio entre bolívares y dólares para poder hacer una equivalencia que pudiera ser además comprensible y útil, no solamente para los venezolanos sino para los lectores de otros países”, explicó Indira.
Datos, periodismo y arte para empatizar
Aunque la parte medular de “La promesa rota” es su metodología de recopilación y análisis de datos, las organizaciones que han premiado este trabajo también han encontrado innovación en la forma en la que están presentados los hallazgos.
El reportaje principal consiste en un explainer multimedia que combina análisis de datos con visualizaciones y explica a detalle la complejidad del colapso de la seguridad social en Venezuela de una manera comprensible.
“Dado que la información es un poco pesada, queríamos que quedara lo más claro posible y el explainer da la posibilidad de hacer un tema de datos, de números, mucho más digerible para el lector”, dijo Rojas. “Como en este caso además queríamos priorizar las gráficas, el explainer te permite utilizar muy poco texto y darle prioridad a lo visual y quisimos aprovechar eso”.
“La promesa rota” incluye además seis crónicas que ejemplifican los hallazgos del proyecto a través de historias reales de pensionados venezolanos. También incorpora un trabajo fotográfico titulado “Los Olvidados”, del fotógrafo Carlos Becerra, que muestra cómo es la vida dentro de residencias de retiro de adultos mayores en ese país.
El trabajo contiene también elementos artísticos: las colecciones de collages “Balance del ejercicio anterior” y “Promesa rota”, de las artistas María Elena Álvarez Lourens y Josefina Núñez, respectivamente, que buscan realizar una interpretación del contenido periodístico; y el cortometraje documental “Nunca Hubo Después”, dirigido por Edwin Corona Ramos y producido por Helena Carpio, directora de innovación de Prodavinci, el cual presenta testimonios de personas que dependen del sistema de seguridad social de Venezuela.
El objetivo de incluir esos elementos fue que el lector creara un vínculo personal y emocional con el reportaje, más allá de la frialdad de los números.
“El lado humano siempre es necesario y me preocupaba mucho que este explainer priorizara mucho la visualización de datos y no creara una conexión con el lector y resultó todo lo contrario, y fue de hecho con una sorpresa: mucha gente se sintió identificada porque creo que se vio reflejada en los números”, contó Rojas.
A través de “La promesa rota”, Prodavinci busca contribuir al debate sobre los sistemas de pensiones a un nivel más global, por medio de un trabajo periodístico sobre un problema de Venezuela que se replica en otros países de la región.
“Es un tema que no está restringido obviamente a nuestro país”, dijo Benasayag. “Es algo que está presente y que es un gran debate en América Latina, acerca de cuáles son los sistemas ideales de pensiones, si deben cambiar o no, si las personas están viviendo por debajo de sus necesidades… Al final esto suma a un debate de políticas públicas”.
Colaboración interdisciplinaria
Prodavinci se ha caracterizado por establecer estrechas colaboraciones con especialistas de los temas que aborda en sus reportajes. Para el especial “Incendios en Venezuela”, también publicado en 2021, el medio digital formó equipo con científicos y académicos para analizar datos de fuentes abiertas sobre incendios forestales en áreas naturales protegidas del país. El trabajo estuvo entre los nominados al Premio Gabo en la categoría en Innovación el año pasado.
“El trabajo en conjunto con especialistas es una fortaleza de Prodavinci”, dijo Rojas. “Debemos asumir que además como reporteros de pronto no tenemos todos los conocimientos y herramientas para hacer los cálculos más precisos”.
“Importaba mucho tener como un poco el consenso de varias personas que entendieran que la metodología no solamente era la mejor para que los lectores entendieran, sino que también era la más propia desde el punto de vista de la ciencia social que nos está apoyando, en este caso la economía”, agregó Benasayag.
Rojas destacó que “La Promesa Rota” incluye cálculos de proyecciones, algo que -dijo- no es usual en proyectos de periodismo de datos. Y eso lo lograron gracias a la participación de especialistas en economía y matemática financiera.
Prodavinci colaboró con la consultora independiente ANOVA Policy Research para los cálculos de proyección de pobreza por ingresos, para conocer cuántas personas habrían salido de la pobreza de haberse pagado una pensión similar al valor de la canasta alimentaria. Esto, gracias a los cálculos de pobreza a los que la consultora tiene acceso.
El resto de los cálculos financieros sobre salarios y pensiones y ajustes por inflación fueron elaborados por el equipo de Prodavinci, con el apoyo de especialistas.