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Tanques rusos montados en un tren en la frontera ucraniana. Imagen: Shutterstock
Christo Grozev, periodista y director ejecutivo de Bellingcat, habló sobre su experiencia investigando los ataques rusos a Ucrania en un seminario para el Reuters Institute for the Study of Journalism. A continuación un resumen de lo que dijo en el evento.
Nota del editor: Christo ha recibido múltiples premios por su trabajo periodístico, incluyendo el European Press Prize Investigative Reporting Award por una investigación sobre el envenenamiento del antiguo doble agente ruso Sergei Skripal. En el evento en línea Grozev explicó cómo la evidencia periodística de presuntos crímenes de guerra y de la verdadera cantidad de bajas rusas —que Bellingcat ya reporta alrededor de 3 mil, a pesar de que Rusia lo niegue— puede aplicar presión adicional a Putin, además de las sanciones financieras de Occidente.
- Enfocarse en los datos
“La información suele ser valiosa, pero para encontrarla necesitas filtrar la agenda, el ruido”, dijo Grozev. Por eso, el trabajo de Bellingcat se enfoca en los datos y no en las fuentes, ya que estas a menudo tienen sus propios intereses. Antes de la guerra, el equipo de Grozev recibió avisos sobre lo que estaba a punto de suceder. Como provenían de fuentes sin verificar no los publicaron, pero les proporcionaron algunas pistas sobre la situación dentro del Kremlin.
“Hace casi un año, recibí información creíble diciendo que Rusia cambiaría en 2022, que todo sería diferente a lo que habíamos visto hasta ahora, que se convertiría en una dictadura. Decían que sería Corea del Norte 2.0, se encarcelaría a los periodistas, se cerrarían los medios libres (bueno, los pocos que quedaban) y que el país se transformaría en un ejército o sería manejado como uno”, contó.
Más advertencias llegaron a finales del año pasado, esta vez sobre una guerra con Ucrania. “De nuevo, esta era una fuente que no podíamos utilizar, pero nos asustó y nos forzó a buscar la información que lo sustentara o refutara”, añadió Grozev. Conforme Rusia congregaba sus tropas en la frontera, Bellingcat se puso a trabajar.
- La prioridad de Bellingcat: documentar crímenes de guerra
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Christo Grozev. Imagen: captura de pantalla del foro virtual
“En estos momentos, lo más importante que podemos hacer con un equipo pequeño es registrar cualquier evidencia de crímenes de guerra para el futuro cercano”, dijo Grozev. Las posibles instancias en las que se hayan cometido deben ser cuidadosamente comprobadas. Este trabajo no está rindiendo frutos inmediatos, pero construye un registro valioso para el futuro. Bellingcat hizo lo mismo durante la guerra de Siria. Pero Grozev explicó que el papel de la propaganda y desinformación en este conflicto es diferente.
“No se parece a nada de lo hayamos visto antes”, señaló. “Pero hemos cambiado nuestros recursos para enfocarnos en registrar y validar, probar y refutar crímenes de guerra y violaciones de derechos humanos. Gran parte de este trabajo es invisible. Mucho terminará en las cortes más adelante”.
- Cómo Bellingcat investiga la guerra
“Las bases de datos nos han permitido enfocar la investigación a un subgrupo en particular. Por ejemplo, los militares o los agentes de la FSB [anteriormente KGB] involucrados en la preparación de la guerra”, comentó Grozev. Bellingcat está usándolo para rastrear las comunicaciones y movimientos de estas personas, en particular los aumentos súbitos de datos que sugieren que se está planeando algo. Después, combina este material con información pública para encontrar una explicación.
El proceso para identificar y verificar posibles crímenes de guerra es largo e involucra varios pasos. Grozev lo explica:
- “Contamos con bots de recolección de datos automatizada que buscan cualquier TikTok, Tweet o evidencia en redes sociales de explosiones o ataques a edificios residenciales, por lo tanto, es probable encontrar bajas civiles. Entonces, duplicamos este gigantesco archivo de datos que recibimos y hacemos una petición en Twitter a cualquiera que vea algo que parece un crímen de guerra. Así que el primer paso es la deduplicación”.
- “El segundo paso es verificarlo y localizarlo geográfica y cronológicamente, lo cual también es importante porque mucha de la información en redes sociales son verdaderos crímenes de guerra, pero de otro momento. Son de otros conflictos. Son de 2014 o 2015, así que tenemos que ubicar temporalmente el evento para asegurarnos de que es de esta guerra”.
- “El siguiente paso es intentar encontrar pruebas irrefutables de que fue el lado ruso o el ucraniano el que originó el crimen. Para eso, debemos buscar evidencias más específicas como el ángulo de inclinación del cráter, en una u otra dirección. Entonces, intentamos localizar el cráter en cuestión, lo ponemos en una brújula y buscamos cuál habría sido el ángulo del lanzamiento del misil, esencialmente creando un análisis reverso para ver desde donde habría sido disparado”.
Esto es parecido a lo que Bellingcat ya ha hecho en conflictos previos, como en el ataque de artillería de 2015 en Mariupol en el sureste de Ucrania, el cual determinaron que provenía del territorio separatista controlado por Rusia. Grozev aseguró que se publicarán en el futuro investigaciones similares de esta guerra.
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El mapa de monitoreo de Rusia y Ucrania de Bellingcat es un esfuerzo financiado en colectivo para mapear, documentar y verificar incidentes notables durante el conflicto en Ucrania”. Imagen: captura de pantalla
- ¿Por qué está cambiando el papel de los periodistas?
Grozev explicó el efecto de la digitalización en el periodismo de guerra: “Una de las cosas que hace a esta guerra distinta a todas las demás es su digitalización. El hecho de que gran parte de ella y de su información sean digitales ha puesto en el mismo nivel a los estados soberanos, que antes eran dueños de la maquinaria de propaganda, y a los que no son estados soberanos, como Bellingcat; así como a partes sesgadas en ambos lados del conflicto que tienen las habilidad, la sofistificación y los datos necesarios para publicar o esconder la verdad”.
Señaló que es todo un reto: “Esto hace el trabajo de los periodistas mil veces más importante que en guerras anteriores, cuando se tenía una elección binaria y solo tenías que encontrar si la propaganda venía de un gobierno u otro. Ahora, estamos hablando de mensajes multivectoriales que provienen, por un lado, de personas malintencionadas y, por otro, de gente con buenas intenciones que también está publicando falsedades. Así que nosotros, como periodistas, debemos ser el filtro y simplificarlo para la audiencia”.
- Los medios rusos son un campo minado de Fake News
“Es imposible conectarse a Twitter o Facebook desde Rusia. Así que los rusos se dirigen a VK, la versión rusa de Facebook, que está infiltrada por el FSB y donde uno de cada dos posts son plantados”, dice Grozev.
Sin embargo, la desinformación también proviene de las fuentes oficiales. “Los primeros días, vimos muchas falsas equivalencias en la cobertura europea y eso era peligroso. Muchos medios reportaron las declaraciones de ambos lados como si fueran iguales. Lo vimos en Bulgaria, Hungría e Italia”, contó Grozev. Ahora, sin embargo, esto ya no sucede y él considera que los medios europeos están haciendo un buen trabajo en su cobertura de la guerra.
Aunque advierte de los peligros de retransmitir sin sentido crítico las declaraciones rusas, Grozev tampoco apoya la idea de vetar a medios propagandísticos del Kremlin como RT o Sputnik. “Bloquearlas no va conseguir nada más que darle a Rusia la falsa equivalencia para bloquear a la BBC o a Deutsche Welle”. Mencionó el caso de la difusora pública alemana que fue censurada en Rusia.
- Posibles pasos a seguir en el conflicto
“Nuestras fuentes dicen que la gente alrededor de Putin se está asustando y que están buscando cómo minimizar los daños a sí mismos. Y eso incluye pensar cómo deshacerse de él. Es normal. No es la primera vez que vemos algo así en la historia”, afirmó Grozev. Sin embargo, esto proviene de fuentes humanas y no de los datos que Bellingcat suele analizar. “No es necesariamente una teoría de conspiración”, aseguró. “Es la inclinación natural de los oligarcas que pusieron a Putin en el poder y que, de pronto, encuentran su modo de vida y su existencia amenazadas por su falta de pragmatismo”.
- Los problemas éticos cuando se reporta sobre el Kremlin
Grozev contó cómo las prácticas de transparencia de Bellingcat sin querer ofrecen inspiración a gente maliciosa, que lee las investigaciones periodísticas y las usa para esconder mejor sus acciones. “En nuestro caso, lo vemos como un juego de computadora con múltiples niveles, en el que subimos de nivel y le enseñamos a estas personas cómo hacerlo también”.
Dio un ejemplo perturbador: “Ayer me encontré con el caso de alguien que ahora está arrestado. Encontraron un reporte en su computadora, un artículo que yo había escrito sobre un intento de asesinato en Europa y esta persona lo había analizado. Había creado una lista de sugerencias para mejorar el siguiente atentado. Así que, esencialmente, lo que hacemos, también puede utilizarse como un manual”.
Esto genera un dilema moral para los medios como Bellingcat, que deben evaluar esta posibilidad y contrastar con el interés del público en su trabajo cuando eligen si publicar algo o no.
A pesar de ello, la transparencia con la que elige trabajar Bellingcat aporta beneficios claros. “[Estamos en contacto con] muchos aliados nuevos, hackers que antes no usábamos, o que antes lo hacían por dinero. Incluso, algunos que nos habían atacado por orden del FSB. [Toda esta gente] ahora nos filtra información, porque ven que esta guerra es terrible. Así que creo que las desventajas de ser demasiado transparente se contrarrestan con el creciente número de aliados, que están dispuestos a ayudarnos a conseguir datos”, sentenció Grozev.
Puedes ver el seminario del Reuters Institute con Grozev aquí (en inglés)
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Marina Adami trabaja como periodista digital en el Reuters Institute for the Study of Journalism, organización residenciada en la Universidad de Oxford en el Reino Unido. Originaria de Italia, ha reportado noticias de última hora para Politico Europe en Bruselas y noticias locales de Londres. Puedes seguirla en Twitter en: @Marina__Adami.