“Un pequeño destello de información puede iluminar la oscuridad”. Esto es lo que impulsa Efecto Cocuyo (o “efecto mariposa”), un sitio de noticias independiente venezolano creado en 2015. La oscuridad en Venezuela está relacionada con la actual crisis económica y humanitaria que inició en 2014, cuando oleadas de protestas contra el gobierno fueron reprimidas con violencia.
La cofundadora, Luz Mely Reyes, vio cómo se reducía el “espacio para el buen periodismo” en Venezuela. La falta de fondos, controlados por el gobierno, dejó a los periódicos sin suficiente papel para imprimir ediciones completas, mientras que los medios comprados por empresarios que apoyaban al gobierno continuó suprimiendo la libertad de expresión, en particular al cubrir las protestas y la oposición política.
En contraste, la exigencia de información por parte del público aumentaba. En febrero de 2014, Reyes tuiteó actualizaciones sobre una protesta en la que murieron tres personas, llamando a los que se encontraban cerca o en el sitio para obtener información. Las fuentes de noticias no estaban proporcionándole la cobertura que necesitaba. En cuatro días, sus seguidores en Twitter pasaron a ser más del doble: de 17,000 a 34,500.
Reyes ha cubierto la política en Venezuela durante más de 25 años. Después de ostentar un alto rango en algunos de los medios más importantes del país, incluyendo el de Editora de política en el diario nacional Últimas Noticias y como Editora en jefe de Diario 2001, estaba preparada para un nuevo reto profesional.
“Teníamos la oportunidad de hacer algo como periodistas que no estábamos satisfechos con la industria”, dice. “Hacerlo digitalmente sería menos costoso y nos permitiría crear algo pequeño pero con impacto. Fue un salto de fé. No sabíamos cuál sería el efecto de este pequeño medio, solo queríamos ejercer periodismo y tener la oportunidad de hacerlo como creíamos correcto”.
El “sueño” de Efecto Cocuyo comenzó a mediados de 2014, en una discusión en cafeterías con sus colegas y amigas Laura Weffer y Josefina Ruggiero, y otros tres periodistas jóvenes. Una incubadora de empresas ayudó al equipo a diseñar un modelo operativo y de negocio y en enero de 2015 nació Efecto Cocuyo, primero en Twitter donde ganó 18,000 seguidores en su primera semana. Al momento de escribir esta pieza, tenía más de 724,000.
Seis años después, con un equipo de 25 personas entre editorial y operaciones y con el apoyo continuo de su socio original de la incubadora, Efecto Cocuyo produce noticias diarias gratuitas sobre Venezuela y reportajes de investigación que cubren economía, política, salud y deportes. Su rama de verificación de datos, Cocuyo Chequea, investiga cadenas virales de WhatsApp y publicaciones polémicas en redes sociales, que les comparte su audiencia para que los confirmen o desmientan. Desde editorial hasta operaciones, la finalidad es “informar y educar”, dice Reyes, así sea redefiniendo cómo se publica y financia el periodismo, creando una relación más cercana con las comunidades o preparando a la nueva generación de periodistas venezolanos.
Trabajar dentro de la comunidad
Los primeros videos del crowdfunding e intentos de construir una audiencia cara a cara muestran al equipo de Efecto Cocuyo en autobuses, en mercados y en las calles recolectando donaciones y compartiendo la idea de la organización con el público al que el sitio de noticias quiere servir y alcanzar.
“Nuestra audiencia son los venezolanos y estamos dedicados a trabajar para la gente”, dice Reyes.
Los planes de Efecto Cocuyo para las futuras elecciones regionales muestran cómo este enfoque impacta su cobertura: “Unas elecciones no son solo sobre los candidatos; se tratan sobre lo que está pasando con la gente. ¿Qué están pensando y haciendo? Después, compáralo con lo que se está ofreciendo. [Cubrir] unas elecciones en Venezuela significa darle espacio a la gente para decir lo que necesitan y lo que quieren”.
La gente está “desencantada” con la política de los partidos y candidatos ahora mismo, dice Reyes: “Creemos que la gente se siente huérfana. Queremos decirles, ‘Estamos aquí para escucharlos’”.
Para acercarse a las comunidades, Efecto Cocuyo ha desarrollado diferentes productos, incluyendo Guayoyo con Cocuyo. En Venezuela, “guayoyo” se refiere a un café ligero para media mañana o media tarde. Organizar estas sesiones informales de conversaciones cara a cara con los lectores y las comunidades ayuda al equipo a encontrar nuevas historias y enfocar sus reportajes en las experiencias y necesidades de su audiencia.
Una serie de sesiones de “guayoyo” en colaboración con socios de las Américas llevó a las primeras etapas de la serie de Efecto Cocuyo sobre migración, que cubre las experiencias e historias de millones de venezolanos desplazados que han emigrado por todo el continente americano. El proyecto ayudó a desafiar la narrativa del Estado sobre la migración y responsabilizar al gobierno por sus acciones. El Estado ha negado que la gente esté abandonando Venezuela debido a la crisis, dice Reyes, a quien galardonaron con el International Press Freedom Award en 2018 y que recientemente fue contratada como columnista para el Washington Post.
Desafíos para los medios en Venezuela
No es fácil ser periodista en Venezuela. Está clasificado en el lugar 148 de 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de 2021; su actual presidente, Nicolás Maduro, está acusado de acosar y silenciar a los medios de noticias independientes y controlar la cobertura de noticias. Las críticas de la prensa hacia su administración han resultado en redadas en oficinas y la suspensión de sus operaciones.
La violencia contra los periodistas también ha aumentado desde 2017, según RSF. Algunos periodistas de Efecto Cocuyo fueron atacados y amenazados por su trabajo al cubrir las protestas contra el gobierno de Maduro en 2017.
“La situación ha estado empeorando. Tenemos colegas que han tenido que dejar el país y no pueden regresar”, dice Reyes, refiriéndose al caso del periodista Roberto Deniz del sitio investigativo de noticias Armando.Info, que actualmente está exiliado en Colombia. “Están viviendo fuera del país porque los demandó gente cercana al gobierno. Ya sabes que vas a perder el caso”.
El país lleva siete años en crisis y los periodistas y medios “sufren de la misma escasez debido a la compleja situación humanitaria”, dice Reyes. “Es difícil trabajar como periodista en Venezuela hoy en día, pero hay muchos periodistas haciendo el trabajo de campo. Están comprometidos a lo que hacen. Así que intentamos combinar el apoyo de la gente fuera del país con quienes trabajan clandestinamente en Venezuela”.
Rendirle cuentas a su audiencia y enfocarse en sus voces y necesidades ayuda a Efecto Cocuyo a preservar su independencia en un país donde la influencia estatal sobre la libertad de los medios parece abarcarlo todo.
Para seguir protegiendo su independencia, Efecto Cocuyo no acepta fondos del gobierno venezolano. Muchos de sus patrocinadores son reconocidas organizaciones internacionales que apoyan al periodismo independiente alrededor del mundo. Reyes no puede decir abiertamente quiénes los financian porque hay una tendencia a criminalizar la filantropía en el país. Mientras que el equipo ya no depende del crowdfunding —se introdujo la publicidad, con límites estrictos, en 2018—, está diseñando un programa de membresías, que esperan que refleje directamente la misión de Efecto Cocuyo y la realidad de cómo es la vida para muchas personas en Venezuela.
“Queremos ser un medio con una meta social, lo cual es un acercamiento diferente [al de los medios establecidos en Venezuela] porque no somos una organización sin ánimo de lucro”, dice Reyes.
“No elegimos modelos de suscripción porque fuimos creados para compartir información. No existe una cultura de donaciones en Venezuela y, ahora mismo, los venezolanos están enfocados en cómo sobrevivir. Queremos desarrollar un modelo donde la gente que puede apoyarnos tenga la posibilidad [hacerlo] para que así puedan ayudar a otros venezolanos”.
“No hay un sistema de libre competencia en Venezuela en el que podamos simplemente ofrecer un producto al mercado porque no tenemos esa libertad. Tenemos que pensar e identificar las necesidades de nuestra audiencia para definir cómo abordaremos las membresías”.
El siguiente capítulo
Volver a empezar como emprendedores mediáticos y construir una organización desde cero ha sido uno de los mayores retos a los que se han enfrentado en sus carreras Reyes y sus cofundadores.
“Tuvimos que crear una organización que pudiera ser el espacio en el que los periodistas fueran capaces realizar el mejor periodismo posible”, dice Reyes. “Hay muchos desafíos, no solo respecto a la sostenibilidad y encontrar fondos, sino para reducir la brecha entre los equipos de dirección y edición. Siempre hemos intentado evitarlo, porque estábamos enfocados en lo que mejor hacíamos: nuestro periodismo”.
El hecho de ser una organización, además de un medio, es como Reyes cree que Efecto Cocuyo puede tener un mayor impacto en el periodismo de Venezuela. Editorialmente, se concibe como una organización mediática con varios productos distintos, incluyendo unidades enfocadas en migración y verificación de datos, un festival anual y una rama educativa. Su iniciativa Escuela Cocuyo, parte del proyecto desde su lanzamiento, enseña a periodistas jóvenes cómo cubrir temas complejos que son cruciales para los venezolanos, utilizando nuevas herramientas y narrativas para reportear sobre temas desde el crimen hasta la inmigración. También ayuda a los periodistas a mediados de su carrera que se enfrentan a “intentar adaptarse a la mentalidad digital, con la esperanza de crear nuevas oportunidades profesionales para ellos y así mantener su experiencia dentro del periodismo venezolano”.
El equipo está consciente de los retos, incluyendo la situación política y humanitaria de Venezuela. Pero continúa soñando, especialmente sobre sus planes de alcanzar una audiencia regional más allá de Venezuela. “Hemos estado trabajando muy duro y nosotros decidimos hacer esto, pero pagamos el precio por lo que queremos hacer”, dice Reyes. “Tenemos derecho a soñar y el derecho a trabajar por ese sueño”.
Esta historia fue publicada originalmente por el Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo y se reproduce aquí con permiso.
Lecturas adicionales
Cómo Armando.info continúa reporteando sobre Venezuela desde el exilio
La importancia del periodismo transfronterizo en Venezuela
Laura Oliver es una periodista independiente que vive en Reino Unido. Ha escrito para ‘Guardian’, BBC, ‘The Week’ y otros medios. Es catedrática invitada sobre periodismo digital en City, University of London, y trabaja como consultora de estrategias de audiencia para salas de redacción. Puedes encontrar su trabajo aquí.